Sonda Kaguya revela datos del interior de la Luna

Astrónomos japoneses dijeron el domingo que habían encontrado rastros de un mineral que agrega una pieza importante al rompecabezas del pasado geológico de la Luna.

Ilustración de la sonda Kaguya y los orbitadores secundarios
Esta ilustración muestra al principal orbitador Kaguya de
observación lunar y, más distantes, los orbitadores secundarios.
Usando un instrumento a bordo de la sonda Kaguya, que fue colocada en órbita alrededor de la Luna en 2007, el equipo encontró abundantes firmas del mineral en anillos concéntricos en regiones de tres grandes cráteres.

El mineral, llamado olivino, se considera que está presente en el manto, la profunda capa interior de hierro y roca rica en magnesio que se encuentra debajo de la corteza de la Luna.

La teoría más aceptada es que la Luna fue creada hace cerca de 4.500 millones de años, después del "Gran Impacto". Según esta teoría la Luna fue arrancada de la Tierra después de que nuestro planeta sufrió una gigantesca colisión de algún objeto espacial, seguramente otro planeta.


Como el material se fundió en una bola, su superficie se enfrió gradualmente, formando una corteza hecha de un mineral aluminoso de color claro, feldespato, que flotaba en un líquido fundido denso.

Los datos de Kaguya a añaden un capítulo a esta hipótesis del "océano de magma lunar". Esta sugiere que después de que la corteza se había formado, hubo algún vuelco masivo del líquido ardiente que había debajo. El manto rico en olivino fue traído desde lo profundo de las entrañas lunares hasta la base de la corteza.

En los cráteres mostrados por la sonda -las cuencas de impacto Aitken del Polo Sur, Imbrium y Moscoviense- la corteza de la Luna es muy delgada, y el manto de olivino puede haber sido expuesto por los asteroides que se estrellaron contra la superficie lunar, sugiere el trabajo.

Se cree que la corteza de la Luna es mucho más gruesa que la de la Tierra, con un promedio de alrededor de 70 kilómetros de profundidad, aunque el espesor varía de manera significativa.

La estructura y los orígenes del manto de la Luna han sido fuertemente debatidos por los astro-geólogos.

Las famosas rocas de la Luna traídas por las misiones Apolo no arrojan luz sobre la cuestión, ya que eran todas de la corteza lunar. Como resultado, las pitas de la existencia del manto fueron, durante décadas, incompletas o indirectas.

El estudio, publicado on-line por la revista Nature Geoscience, está encabezado por Satoru Yamamoto del Instituto Nacional de Estudios Ambientales en Tsukuba.

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