Peter Jenniskens en Sudán, con algunos de los meteoritos. |
El Dr. Daniel Glavin de la NASA, del Centro Espacial Goddard, en Maryland, dijo: "La sacudida de la colisión lo calentó a más de 1.093 grados Celsius, lo suficientemente caliente para que todas las moléculas orgánicas complejas como los aminoácidos hayan sido destruidas, pero las encontramos de todos modos".
El meteorito fue uno de una lluvia de piedras vistas chocar en la Tierra en un desierto de Sudán en octubre de 2008. En un hecho poco frecuente, el asteroide que produjo la lluvia, de alrededor de 1,8 a 4,5 metros de ancho, fue descubierto en el espacio tan sólo unos días antes del impacto.
El Dr. Peter Jenniskens, un cazador de extraterrestres del Instituto SETI, California, se acercó a la NASA para sugerir buscar aminoácidos en los restos de meteoritos ricos en carbono.
Los astrónomos sabían que el asteroide, llamado 2008 TC3, había estado involucrado en una colisión inusualmente violenta en el pasado distante, gracias a que contiene minerales que se forman sólo con altas temperaturas, por lo que no esperaban encontrar los ácidos. Pero, para su sorpresa, encontraron 19 aminoácidos diferentes que están seguros de que no se deben a contaminación una vez que había aterrizado en la Tierra.
En lugar de eso, creen que los aminoácidos pueden haber sido creados una vez que el asteroide se enfrió después de su colisión cósmica.
El Dr. Glavin dijo: "Encontrarlos en este tipo de meteoritos sugiere que hay más de una manera de crear aminoácidos en el espacio, lo que aumenta la probabilidad de encontrar vida en otras partes del Universo".
Los aminoácidos se utilizan para fabricar proteínas, las moléculas fundamentales para la vida, que se utilizan en todo, desde el cabello a las enzimas. Así como las 27 letras del alfabeto español pueden ser utilizadas en combinaciones ilimitadas para formar palabras, la vida utiliza 20 aminoácidos diferentes en una gran variedad de disposiciones para construir millones de proteínas diferentes.
Los resultados de la NASA fueron publicados en la revista Meteoritics and Planetary Science.
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