Cuando dos galaxias, como las galaxias Antena (en la imagen), colisionan, presionan al gas pobre en metal de los bordes de la galaxia contra el gas rico en metal del centro, causando que se mezclen. |
No le digas a Adam Smith, pero las colisiones de galaxias parecen ser agentes del socialismo cósmico. Un nuevo estudio halla que estas colisiones causan regiones galácticas ricas en oxígeno, hierro, e incluso oro mezclado con los que se han empobrecido, haciendo a los ricos más pobres y los pobres más ricos.
En astronomía, cualquier elemento más pesado que el helio es llamado "metal", así que mientras tus amigos químicos ciertamente no pueden considerar al oxígeno un metal, los astrónomos sí. Estos metales son vitales para los planetas terrestres y la vida. No sólo respiramos lo más abundante del Universo -oxígeno-, sino también grandes cantidades de oxígeno están atrapadas en las rocas de silicato bajo nuestros pies.
En la mayoría de las grandes galaxias, el oxígeno y otros metales abundan en el centro y disminuyen hacia el borde de la galaxia. Esto se debe a que la mayoría de los metales se forjan en las estrellas, que se congregan en el núcleo de la galaxia. El disco de nuestra propia Vía Láctea, por ejemplo, tiene un alto gradiente de metalicidad, pero, si viajas a 10.000 años-luz de distancia del centro galáctico, la abundancia de hierro cae un promedio de 35%. Sin embargo, los teóricos han previsto que las colisiones de galaxias deben interferir en tales gradientes mediante la mezcla de gas pobre en metal de las afueras de una galaxia con gas rico en metal en su centro.
Ahora los astrónomos Lisa Kewley, David Rupke, y H. Jabran Zahid de la Universidad de Hawai, Honolulu, y sus colegas han observado este proceso en acción. Ellos midieron la abundancia de oxígeno en regiones de formación estelar en ocho grandes galaxias espirales que se asemejan a la Vía Láctea, pero con una diferencia clave: todas ellas están colisionando con otras grandes espirales. En las ocho, el gradiente de oxígeno es mucho menos profundo, es decir, la caída en el oxígeno más lejos del centro es más baja que en la Vía Láctea. "Estamos sorprendidos de que absolutamente todas y cada una de ellas tiene este gradiente más bajo", dice Kewley. "Es mucho más extendido de lo que esperábamos". El estudio aparecerá en una próxima edición de The Astrophysical Journal Letters.
"Es un trabajo realmente fantástico", dice el astrónomo Paul Torrey del Centro Harvard-Smithsoniano para Astrofísica en Cambridge, Massachusetts. "Ellos hicieron una serie de muy hermosas observaciones. Las tendencias que estamos viendo son muy claras". El estudio, dice, es "una contribución muy importantes para entender cómo las galaxias cambian morfológicamente durante su interacción". También puede ofrecer una panorámica del futuro de nuestra galaxia: la Vía Láctea puede ser socialista en miles de millones de años más, si choca contra la espiral gigante llamada Andrómeda.
Fuente
0 comentarios:
Publicar un comentario