Este gráfico muestra la frecuencia de las extinciones masivas. |
La periodicidad es tema de controversia entre los paleobiólogos, pero hay un creciente consenso en que algo de enorme poder destructivo ocurre cada 26 o 27 millones de años. La pregunta es, ¿qué?
En el blog The Physics arXiv han revisado varias ideas, como el paso del Sol a través de los brazos espirales de la Vía Láctea (resulta que esto no podía explicar las extinciones porque el movimiento no tiene la periodicidad correcta).
Pero otra idea propuesta por primera vez en la década de 1980 es que el Sol tiene una lejana y oscura compañera llamada Némesis que barre la nube de Oort cada 27 millones de años más o menos, enviando una lluvia mortal de cometas hacia nuestro camino. Es esta helada lluvia lo que provoca las extinciones, o eso es lo que se piensa.
Hoy, Adrian Melott de la Universidad de Kansas y Richard Bambach del Instituto Smithsoniano en Washington DC reexaminan el paleoregistro para ver si pueden lograr una estimación más precisa de la órbita de Némesis.
Su trabajo arrojó una sorpresa. Han reunido un masivo conjunto de datos de extinciones de los últimos 500 millones de años, un periodo que es el doble de lo que nadie había estudiado. Y su análisis muestra un exceso de extinciones cada 27 millones de años, con un nivel de confianza del 99%.
Esta es una clara y definida señal a lo largo de una gran cantidad de tiempo. A primera vista, podría pensarse que respalda la idea de que un lejano y oscuro objeto orbita el Sol cada 27 millones de años.
Pero, irónicamente, la precisión y regularidad de estos eventos es en realidad una prueba en contra de la existencia de Némesis, dicen Melott y Bambuch.
Esto se debe a que la órbita de Némesis se habría visto influida por los repetidos encuentros cercanos que sabemos que el Sol tuvo con otras hermanas estelares en los últimos 500 millones de años.
Estos encuentros habrían provocado una variación en la órbita de Némesis de dos formas. Primero, la órbita podría haber cambiado súbitamente por lo que en lugar de como un único pico, la periodicidad tendría dos picos o más. O segundo, habría cambiado gradualmente en hasta un 20%, en cuyo caso el pico se habría difuminado con el tiempo.
Pero los datos indican que las extinciones se producen cada 27 millones de años, tan regular como un reloj. "Los datos fósiles, que motivaron la idea de Némesis, ahora están en su contra", dicen Melott y Bambuch.
Esto indica que otra cosa debería ser el responsable. No es fácil imaginar un proceso en nuestro caótico entorno interestelar que pueda tener un latido tan regular; tal vez la respuesta esté más cerca de casa.
Hay una buena noticia. El último evento de extinción de esta cadena se ocurrió hace unos 11 millones de años por lo que, al menos en teoría, tenemos mucho tiempo para descubrir de dónde llegará la siguiente catástrofe.
De cualquier manera, el origen del ciclo de extinciones de 27 millones de años está convirtiéndose en uno de los mayores misterios científicos de nuestra época.
¿Qué se le ocurre a usted como responsable?
Fuente
1 comentarios:
Es interesante, aunque la base de esta nueva visión no me acaba de convencer...asumimos que la órbita de una hipotetica estrella compañera habria sido alterada por encuentros con otras estrellas, lo que impediria una exactitud como la que parecen tener las extinciones...sin embargo partimos de la suposicion de que antiguos encuentros realmente cambiaron la orbita de Nemesis (si esta existe, claro esta) cuando la realidad es que no tenemos ni idea, por partir de puras conjeturas, de como fueron estos encuentros, si fueron muchos o pocos, cercanos o no tanto ni la trayecotoria seguida....no se, veo muchos "peros" en estos argumentos como para realmente desechar la teoria Nemesis.
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