La búsqueda de los hermanos perdidos del Sol

Astrónomos han publicado los resultados de la primera búsqueda seria de las estrellas que nacieron junto con el Sol.

El colorido cúmulo abierto de estrellas NGC 4755, más
conocido como el Joyero, ubicado a unos 6.440 años-luz.
Hace unos 5.000 millones años, nuestro Sol nació en una nube de polvo y gas, probablemente cerca de otras 1.000 estrellas. Estas estrellas ahora debe tener una edad y composición similar a la del Sol.

Un estudio de estos gemelos estelares podría responder preguntas importantes sobre el origen del Sistema Solar y el Sol. Su distribución nos diría en que parte de la Vía Láctea el Sol se ha movido durante los últimos 5.000 millones de años, y cómo este viaje podría haber afectado el clima de la Tierra y la vida que alberga, su composición también podría explicar por qué el Sol parece tener un mayor contenido de metales de lo esperado para un objeto de esta parte de la galaxia.

Entonces, ¿dónde están los hermanos del Sol? Anthony Brown en Missouri State University y un par de colegas publicaron resultados de la primera búsqueda seria de los hermanos del Sol. Los resultados son decepcionantes.

El problema es la enorme magnitud de la tarea. En los últimos años, los astrónomos han aprendido que la formación estelar es un proceso dinámico y caótico en el que las interacciones gravitacionales expulsan las estrellas de la nube de gas en que se forman, como si se rociase desde una especie de manguera de jardín interestelar.

Eso significa que los más o menos 1.000 hermanos del Sol se extenderían ahora a través de enormes distancias de unos 3.000 años-luz. Brown y sus colegas dicen que este volumen de espacio contiene 100 millones de estrellas.

Por desgracia, los astrónomos sólo tienen información precisa de 100.000 estrellas, la mayoría de esta recogida por la misión espacial Hipparcos a principios de la década de 1990. La mayoría de estas estrellas se encuentran a sólo unos cientos de años-luz de nosotros y no representan en absoluto un mapa completo del medio ambiente local.

Teniendo en cuenta los números, lo más probable es que sólo una o posiblemente ninguna de estas estrellas cercanas sea un pariente del Sol.

A pesar de estos pronósticos, Brown y sus colegas han peinado cuidadosamente el catálogo Hipparcos en busca de cualquier signo de los hermanos perdidos del Sol.

La búsqueda permitió obtener distintos candidatos. Pero sólo uno de ellos tiene la misma edad del Sol y tiene una velocidad consistente con un origen común. La estrella en cuestión es HIP 21158, de color blanco y magnitud 7, en la constelación de Tauro.

Pero Brown y sus colegas dicen que incluso HIP 21158 es poco probable que sea un hermano perdido del Sol puesto que un componente de su velocidad no se ajusta.

Su conclusión es que: "Esto significa que no hemos encontrado ningún hermano del Sol que resulte convincente a menos de 100 parsecs (unos 326 años-luz) del Sol".

Eso es deprimente, sobre todo porque la próxima actualización importante para el catálogo de estrellas no se realizará hasta dentro de una década. El sucesor de Hipparcos, Gaia, será lanzado en 2012 y catalogará unos mil millones de estrellas, supondrá la creación de un buen mapa tridimensional de la Vía Láctea por primera vez. Sin embargo, este catálogo no estará listo hasta 2020.

Queda mucho por hacer mientras tanto, sin embargo. Para acotar la búsqueda, los astrónomos necesitarán comprender mejor la forma en que las estrellas se alejan de sus enjambres estelares de nacimiento. Esto implicará simular el efecto de las interacciones gravitacionales entre las estrellas, teniendo en cuenta el tirón gravitatorio asimétrico de los brazos espirales de la Vía Láctea, y comprender cómo las colisiones con el polvo molecular afectan la dinámica de las nubes.

Nada de esto será fácil. Las palabras aguja y pajar vienen a la mente.

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