En marzo se presentarán los informes de Chile y España para definir la ubicación del E-ELT

Massimo Tarengui, representante de ESO en Chile, confirmó que el 3 y 4 de marzo se presentarán los informes que Chile y España han entregado al máximo concejo de la ESO. Ahí se decidirá qué apuesta es la más fuerte para albergar al telescopio más grande del mundo.

La suerte ya está echada. Tanto Chile como España han presentado sus informes ante los representantes del Observatorio Europeo Austral (ESO) con las propuestas para albergar al Telescopio Europeo Extremadamente Grande o E-ELT. Un dispositivo con un espejo de 42 metros de diámetro y que podrá explorar el cielo con una precisión jamás alcanzada.

Massimo Tarengui, representante de ESO en nuestro país, recibió el viernes 19 de febrero la propuesta por parte de la cancillería chilena, mientras que los españoles -a través de su ministerio de Ciencia e Innovación- entregaron este viernes (26 de febrero) su oferta.

La propuesta chilena contempla la donación de 18.900 hectáreas de terreno en el cerro Armazones en la II Región y la creación de una zona de protección lumínica de 32 mil hectáreas alrededor para evitar que otros proyectos se instalen cerca del observatorio y afecten la investigación. Mientras, el Ministerio de Ciencia e Innovación de España aseguró que su oferta es "altamente competitiva", ya que subvencionará 300 millones de los 1.000 millones de euros que cuesta el proyecto.

Consultado por La Tercera, Tarengui dice que se ha enterado por la prensa de que España entregó su informe, lo que confirma el gran interés que existe por parte de ambos países por albergar al E-ELT. "La construcción de este telescopio no es una decisión de un sólo aspecto. Debido a la enormidad del proyecto están involucrados muchas aristas como las políticas, astronómicas, del conocimiento y por supuesto las industriales que pueden traer beneficios en todo ámbito".

Tarengui tiene razón. Los 1.000 millones de euros que se invertirán en el país que acoja al futuro observatorio, no sólo lo convertirán en el líder indiscutido en descubrimientos astronómicos, sino que también se desarrollará una masa crítica de expertos en el tema y toda una industria paralela para construir y mantener funcionando las 24 horas las instalaciones.

Tarengui ahora tiene la misión de entregar al director general de la ESO, Tim de Zeeuw la propuesta de Chile, para que éste elabore un informe con ella y la española para presentar durante marzo ante el máximo concejo de la organización, con sede en Alemania.

En ese lugar los 14 países miembros de ESO, representados por un político y un astrónomo por nación, discutirán en base a las ofertas que cada país tiene. "Ahí se analizarán los informes para definir la ubicación final del telescopio", dice Tarengui, quien espera que sea lo antes posible.

Es que los plazos que se han propuesto el organismo europeo son exigentes, y tienen como meta estar en diciembre de este año con una ubicación ya definida, para que a comienzos del 2011 se ponga la "primera piedra" del E-ELT.

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