Hoyo en uno!

Una roca del tamaño de una casa rodó cuesta abajo, ¡anotando
un hoyo en uno! El cráter tiene alrededor de 60m de diámetro.

Los aficionados al golf podrían ver la imagen y decir: "¡Wow, ese peñasco seguro que se ve como un hoyo en uno!". Las rocas de este tipo son increíbles porque podemos determinar de dónde vino la roca haciendo un seguimiento a lo largo del sendero por donde esta rodó. De hecho, los astronautas del Apolo 17 Schmitt y Cernan probaron una gran roca en la Estación 6, y como los científicos fueron capaces de trazar la posición original de esta roca usando la estela que dejó al rodar, podemos inferir cuál es la posible composición de las rocas de la pendiente.

En este caso, las curvas del rastro de piedra nos indican que la roca se acercó abruptamente a su última morada. ¿Qué podría haber causado que esta roca se desviara de su curso recto, hacia abajo? Se puede ver que el rastro cruza un borde del cráter mientras que la pendiente local se va aplanando. A medida que la roca se estaba desacelerando, se encontró con una nueva pista empinada a la derecha, volviéndose hacia el cráter.

Las rocas caen de grandes alturas para bajar debido a la gravedad después de ser golpeadas por pequeños impactos o sismos lunares. Los cambios de la pendiente pueden parar rocas; cuando una pendiente escarpada (como la de una pared de cráter) se vuelve menor, la roca puede no tener la inercia suficiente como para seguir en movimiento. La inercia, o Primera Ley de Newton del movimiento, describe la resistencia de un objeto a cambiar de velocidad. Así, una roca seguirá avanzando hasta que algo cambie su velocidad o dirección.

La imagen es un primer plano de una interesante región lunar llamada "Mare Ingenii Constellation", y abarca unos 800 metros. Fue obtenida por la Lunar Reconnaissance Orbiter Camera (LROC).

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