¿Boleto a Marte sin regreso?

Los vuelos 'sin retorno' a Marte son muchas veces más baratos que los que traen de vuelta a los viajeros, y los voluntarios ya se están alineando.

Fotografía de dos científicos en el 'Desierto de Marte' en Hanksville
La Mars Society entrena científicos para vivir y trabajar
en otro planeta a través de simulaciones como ésta.
Los seres humanos podrían dirigirse a Marte en las próximas dos décadas, por sólo una fracción del costo que los Estados Unidos ya ha presupuestado para exploración espacial.

¿Cómo? La respuesta es simple, dice un par de investigadores: Dar a los exploradores un billete sólo de ida.

La parte más costosa y difícil de cualquier misión espacial tripulada es proveer soporte vital a su tripulación humana: alimento, oxígeno, y protección contra la radiación y otros peligros de los viajes espaciales. En una misión humana a Marte, la mayor parte del coste -alrededor del 80% del mismo- implicaría regresar la tripulación a la Tierra, dicen Dirk Schulze-Makuch y Paul Davies en la edición octubre-noviembre de Journal of Cosmology. En lugar de quintuplicar los gastos, los fondos podrían ir hacia la construcción de un asentamiento permanente, argumentan los dos científicos.

Ellos proponen que, después que varias misiones no tripuladas llevaran suministros en una estación base en el Planeta Rojo, dos naves espaciales transportando dos personas cada una serían enviadas en un viaje de entre seis a ocho meses a Marte para comenzar la primera colonia humana en otro planeta.

Próximas misiones continuarían suministrando a los primeros pobladores, que serían mayores, más allá de la edad reproductiva, y -por supuesto- voluntarios.

Finalmente, a medida que los colonos hicieran un mayor uso de los recursos propios de Marte, incluyendo el agua retenida en forma de hielo, se unirían a más inmigrantes desde la Tierra.

"No es una misión suicida en absoluto", sostiene el Dr. Schulze-Makuch, coautor del estudio y profesor asociado en la Escuela de Tierra y Ciencias ambientales en la Universidad Estatal de Washington en Pullman.

Admite que Marte "nunca será una segunda Tierra, ustedes saben, nuestro planeta hogar. Pero es posible tener personas que se queden por mucho tiempo, y que vivan allí".

La primavera pasada, el presidente Obama planteó una serie de nuevos objetivos para la exploración espacial estadounidense, incluyendo enviar astronautas en órbita alrededor de Marte a mediados de la década de 2030 y regresarlos a la Tierra. A pesar de que Marte tiene un campo de gravedad mucho más débil que el de la Tierra, la atracción es importante, lo que significaría que transportar astronautas hacia y desde la superficie de Marte sería un reto adicional que requiere más recursos.

Como Schulze-Makuch y el Dr. Davies, un profesor de la Universidad Estatal de Arizona, han promovido la idea, muchas personas se han ofrecido como voluntarios para esa misión, dicen.

Los viajes de colonización sin regreso son comunes en la historia humana, argumentan los autores. La mayoría de los primeros colonos que llegaron en barco a los Estados Unidos tenía pocas esperanzas de regresar a Europa.

"Ellos sabían que nunca iban a regresar", dice Schulze-Makuch.

Los colono-científicos que vivieran en Marte podrían producir una bonanza en investigación básica, dicen los autores. Ésto incluiría una mejor comprensión del origen de la Tierra misma, y tal vez incluso el primer descubrimiento de vida extraterrestre.

Fotografía de dos científicos en el 'Desierto de Marte' en Hanksville
La Mars Society entrena científicos para vivir y trabajar
en otro planeta a través de simulaciones como ésta.
Y en el largo plazo, una colonia en Marte sería un gran primer paso para que los seres humanos dejen la Tierra. El famoso físico teórico Stephen Hawking ha sido uno de los que sostienen que debido a la posibilidad de un desastre en la Tierra, los seres humanos deben comenzar a moverse hacia otros lugares del Sistema Solar.

Pero este tipo de problemas científicos y a largo plazo realmente no han estimulado la historia de la exploración aquí en la Tierra, señala Michael Robinson, un historiador de ciencia en la Universidad de Hartford en Connecticut. La mayoría de los exploradores, desde Colón a Lewis y Clark, fueron movidos por "objetivos mercenarios y pragmáticos", tales como la búsqueda de una nueva ruta comercial a Asia.

La idea de que los seres humanos tienen un impulso innato "para ir audazmente a donde nadie ha ido antes" es más un mito que una realidad, dice el Dr. Robinson. Durante la mayor parte de la historia, los humanos han sido "movidos hacia una vida más estable", moviéndose desde una vida nómada en los pueblos y ciudades. En general, "la gente no quiere morir en un desierto", dice.

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