La nave espacial MESSENGER revela nueva información sobre Mercurio

La primera nave diseñada por la NASA para orbitar Mercurio está dando a los científicos una nueva perspectiva de la atmósfera y evolución del planeta.

Representación artística de la sonda MESSENGER y Mercurio.
Lanzada en agosto de 2004, la nave espacial MESSENGER (MErcury Surface, Space ENvironment, GEochemistry and Ranging) llevó a cabo su tercer y último sobrevuelo sobre Mercurio en septiembre de 2009. La sonda completó una maniobra crítica utilizando la gravedad del planeta para permanecer en curso y entrar en la órbita de Mercurio el próximo año.

Los datos del último sobrevuelo han revelado las primeras observaciones de las emisiones de iones en la exosfera de Mercurio, o atmósfera delgada; nueva información sobre las subtormentas magnéticas del planeta; y evidencia de actividad volcánica previa a la registrada anteriormente. Los resultados se presentan en tres artículos publicados on-line en la edición del 15 de julio de Science Express.

La distribución de los elementos químicos individuales que vio la nave en la exosfera de Mercurio variaron en todo el planeta. También se realizaron por primera vez perfiles detallados de altitud de esos elementos en la exosfera sobre los polos norte y sur.

"Estos perfiles mostraron una variabilidad considerable entre las distribuciones de sodio, calcio y magnesio, lo que indica que varios procesos están en funcionamiento y que un determinado proceso puede afectar a cada elemento de forma muy distinta", dijo Ron Vervack, autor principal de uno de los artículos y científico participante en la nave del Laboratorio de Física Aplicada (Applied Physics Laboratory, APL) de la Universidad John Hopkins, en Laurel, Maryland.

La emisión de calcio ionizado en la exosfera de Mercurio se observó por primera vez durante el sobrevuelo. La emisión se concentraba sobre una porción relativamente pequeña de la exosfera, con la mayor parte de esas emisiones ocurriendo cerca del plano ecuatorial.

Durante sus dos primeros sobrevuelos de Mercurio, la nave captó imágenes que confirman que la historia temprana del planeta estuvo marcada por un vulcanismo global. El tercer sobrevuelo de la nave reveló un nuevo capítulo en esa historia dentro de una cuenta de impacto de unos 300 kilómetros de diámetros que está entre las cuencas más jóvenes vistas hasta ahora. La cuenca, nombrada recientemente como Rachmaninoff, cuenta con un suelo interno repleto de suaves planicies que difieren en color de sus alrededores. Estas llanuras con escasos cráteres son más jóvenes que la cuenca que llenan y, aparentemente, se formaron a partir de un material que fluyó por la superficie.

"Interpretamos que estas planicies son los depósitos volcánicos más jóvenes encontrados hasta el momento en Mercurio", dijo Louise Prockter, uno de los científicos del proyecto en el APL y autor principal de uno de los tres artículos. "Otras observaciones sugieren que el planeta pasó por un periodo de vulcanismo mucho mayor de lo que anteriormente se pensaba, tal vez extendiéndose hasta bien entrada la segunda mitad de la historia del Sistema Solar".

Por primera vez, la nave reveló acumulación similar a subtormentas, o carga, de energía magnética en la cola magnética de Mercurio. El aumento de energía medido en la cola magnética de Mercurio era muy grande. Sucedió rápidamente, durante apenas dos o tres minutos de inicio a fin. Este incremento en la energía de la cola magnética es unas 10 veces mayor que en la Tierra, y los eventos de subtormentas llevan a cabo su curso unas 50 veces más rápidamente.

Las subtormentas magnéticas son perturbaciones del tiempo espacial que ocurren de forma intermitente en la Tierra, normalmente varias veces al día, y que duran entre una y tres horas. Cada subtormenta de la Tierra está acompañada de una variedad de fenómenos, tales como majestuosos espectáculos de auroras vistas en los cielos Árticos y Antárticos. Las subtormentas también están asociadas con dañinos eventos de partículas energéticas que pueden causar problemas en los satélites de comunicaciones y de observación terrestre.

"La extrema carga y descarga observada en la cola de Mercurio implica que la intensidad relativa de las subtormentas debe ser mucho mayor que en la Tierra", dice James A. Slavin, físico espacial en el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA en Greenbelt, Maryland, y miembro del equipo científico de la nave así como autor principal de otro artículo.

Las nuevas medidas dan una visión nueva sobre la duración de las subtormentas de Mercurio. Los científicos esperan unas medidas más amplias cuando la nave esté en órbita.

"Cada vez que nos encontramos con Mercurio, descubrimos un nuevo fenómeno", dice Sean Solomon, investigador principal de la misión en la Institución Carnegie de Washington. "Estamos aprendiendo que Mercurio es un planeta muy dinámico, y así ha sido a lo largo de su historia. Después de que MESSENGER se haya insertado en la órbita de Mercurio el próximo marzo, estaremos listos para un fabuloso espectáculo".

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