Definitivo: los datos del impacto indican que existe agua en la Luna

Gracias a los instrumentos de LCROSS se ha podido confirmar definitivamente que en los escombros levantados por el cohete Centaur se hallaba agua, acabando así con las dudas de científicos y aficionados.


Los secretos que la Luna nos ha retenido durante miles de años, ahora son revelados para el deleite de los científicos y aficionados al espacio.

La NASA ha abierto un nuevo capítulo en nuestra comprensión de la Luna. Los datos preliminares del satélite artificial LCROSS, indican que la misión descubrió agua con éxito durante el impacto del 9 de octubre de 2009 en la región permanentemente oscura de Cabeus, cerca del polo de sur de la luna.

El impacto creado por el cohete de la etapa superior del LCROSS, Centauro, ha creado dos penachos de material desde el fondo del cráter. La primera parte fue un penacho alto de vapor y polvo fino, y la segunda parte fue un penacho menor de eyecciones que contenía el material más pesado. Este material no había visto la luz del Sol en miles de millones de años.

"Estamos revelando los misterios de nuestro vecino más cercano. Resulta que la Luna alberga muchos secretos, y LCROSS ha añadido una nueva página a nuestra comprensión", dijo Michael Wargo, científico lunar de la Oficina central de la NASA en Washington.

Los científicos han especulado mucho sobre el origen de grandes cantidades de hidrógeno que se han observado en los polos lunares. Los resultados de LCROSS están arrojando una nueva luz sobre la cuestión del agua, que podría ser más extensa y en mayor cantidad de la que antes se sospechaba.

Las regiones que se encuentran permanentemente sombreadas podrían contener la clave y la historia de la evolución del Sistema Solar, así como una muestra de hielo tomado en la Tierra revela datos antiguos. Además, el agua y otros compuestos representan recursos potenciales que podrían sostener una futura exploración lunar.


"Estamos eufóricos", dijo Anthony Colaprete, científico del proyecto e investigador principal del LCROSS en el Ames Research Center en Moffett Field, California. "Varias líneas de agua muestran evidencia de que estaba presente tanto en la alta columna de vapor como en la cortina de eyecciones creadas por el impacto del Centauro. La concentración y distribución del agua y otras sustancias requiere un mayor análisis, pero es seguro decir que Cabeus contiene agua".

El equipo tomó las 'firmas' infrarrojas (imagen de la izquierda) conocidas del agua y otros materiales y las comparó con los datos recogidos por LCROSS en el impacto.

"Sólo hemos podido hacer que coincida con los datos de LCROSS cuando se inserta el espectro para el agua", dijo Colaprete. "Ninguna combinación razonable de otros compuestos que hemos intentado ha emparejado las observaciones. La posibilidad de contaminación del Centauro también fue descartada."

La confirmación adicional vino de una emisión en el espectro ultravioleta (imagen inferior) que se atribuyó a hidroxilos, un producto de la desintegración de agua por la luz solar. Cuando los átomos y las moléculas son excitadas, liberan energía en longitudes de onda específicas que son detectadas por los espectrómetros. Un proceso similar se utiliza en las luces de neón. Cuando es electrificada, un gas específico producirá un color distinto. El espectrómetro ultravioleta detectó esto justo después del impacto.

Los datos de los demás instrumentos de la nave están siendo estudiados en busca de evidencia adicional para así poder confirmar nuevamente que se encontró agua en la Luna. El equipo científico está estudiando detenidamente todos estos datos para poder determinar y comprender la distribución de materiales y, en particular, los compuestos volátiles, en el suelo del lugar de impacto.

"La comprensión completa de los datos de LCROSS puede tomar algún tiempo. Los datos son ricos", dijo Colaprete. "Junto con el agua en Cabeus, hay indicios de otras sustancias intrigantes. Las regiones que permanentemente se encuentran en la sombra de la Luna son verdaderas trampas frías, recopilando y preservando material por miles de millones de años".


LCROSS fue lanzado el 18 de junio de 2009 como un complemento de la misión Lunar Reconnaissance Orbiter, o LRO. Después se separó del LRO e hizo una serie de órbitas alrededor de la Tierra. Luego de viajar aproximadamente 113 días y casi 9 millones de kilómetros, el Centaur y el LCROSS se separaron en su acercamiento final a la Luna. Viajando muy rápido, el cohete Centauro impactó primero, dando tiempo para que el LCROSS registrara datos durante unos 4 minutos antes de impactar también sobre la superficie del satélite natural (ver noticia completa).

Trabajando en estrecha colaboración con científicos del LRO y otros observatorios que observaron el impacto, el equipo de LCROSS está trabajando para entender completamente todos los datos del LCROSS. LRO sigue pasando por encima del lugar del impacto para entregar al equipo de LCROSS información adicional sobre la mecánica del impacto y sus cráteres resultantes.

¿Qué otros secretos nos revelará la Luna? Por ahora sólo queda esperar... ¡El análisis continúa!

0 comentarios:

Publicar un comentario