Observando las profundidades de la Laguna Azul

Esta nueva imagen en infrarrojo de la Nebulosa de la Laguna fue obtenida como parte de un estudio de cinco años de la Vía Láctea, que utiliza el telescopio VISTA en el Observatorio Paranal. Este es un pequeño trozo de una imagen mucho más grande de la región que rodea la nebulosa, la que a su vez representa sólo una parte de este gran estudio.

Fotografía infrarroja de la Nebulosa de la Laguna
Visión infrarroja de la Nebulosa de la Laguna
(Messier 8) tomada por VISTA. Crédito: ESO/VVV
Los astrónomos están utilizando el Telescopio de Rastreo Óptico e Infrarrojo para la Astronomía (Visible and Infrared Survey Telescope for Astronomy, VISTA) para detectar objetos variables en las regiones centrales de la Vía Láctea y hacer un mapa de su estructura con un nivel de detalle nunca antes alcanzado. Este gran estudio fue bautizado como Variables de VISTA en la Vía Láctea (VVV). Esta nueva imagen en infrarrojo fue tomada como parte de este estudio. En ella se revela la maternidad estelar llamada Nebulosa de la Laguna (también conocida como Mesier 8), que se encuentra a unos 4.000-5.000 años-luz de distancia en la constelación de Sagitario.

Las observaciones en infrarrojo permiten a los astrónomos ver a través del velo de polvo que impide observar los objetos celestes en luz visible. Esto ocurre debido a que la luz visible, que tiene un ancho de onda casi del mismo tamaño que las partículas de polvo, sufre una alta dispersión, mientras que la luz infrarroja de mayor ancho de onda logra pasar a través del polvo con un nivel de dispersión mucho más bajo. VISTA, con su espejo de 4,1 metros de diámetro -el telescopio de rastreo más grande del mundo- está dedicado a sondear grandes áreas del cielo en longitudes de onda del infrarrojo cercano con una gran profundidad y velocidad. Por lo tanto resulta ideal para el estudio del nacimiento estelar.

Las estrellas comúnmente se forman en grandes nubes moleculares de gas y polvo que colapsan por su propio peso. La Nebulosa de la Laguna, sin embargo, es también el hogar de regiones mucho más compactas de gas y polvo que colapsan, llamadas glóbulos de Bok. Estas oscuras nubes son tan densas que, incluso en el infrarrojo, pueden bloquear la luz de las estrellas que hay detrás. La zona oscura más famosa de la nebulosa, de la cual recibe su nombre, es la línea de polvo con forma de laguna que se abre camino a través de la luminiscente nube de gas.

Estrellas jóvenes y calientes, que emiten intensa radiación ultravioleta, son las responsables del fuerte brillo de la nebulosa. Pero la Nebulosa de la Laguna es también el hogar de estrellas aún más jóvenes. Estrellas recién nacidas eyectan ocasionalmente chorros de materia desde sus polos. Cuando este material eyectado alcanza el gas circundante se forman cortos y brillantes relámpagos llamados objetos Herbig-Haro, que facilitan la detección de las estrellas recién nacidas. En los últimos cinco años, varios objetos Herbig-Haro han sido detectados en la Nebulosa de la Laguna, lo que indica que los nacimientos siguen ocurriendo.

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