Concepción artística de las dos sondas Voyager, cerca del espacio interestelar. Crédito: NASA/JPL |
El evento es un hito importante para Voyager 1 en su paso a través de la heliopausa, la turbulenta capa exterior de la esfera de influencia del Sol, y la próxima partida de la nave espacial desde nuestro sistema solar.
"El viento solar se ha desviado hacia un lado", dijo Ed Stone, científico del proyecto Voyager en el Instituto de Tecnología de California en Pasadena. "Voyager 1 se acerca al espacio interestelar".
El Sol emite una corriente o flujo de partículas cargadas que forman una burbuja conocida como heliosfera alrededor de nuestro sistema solar. El viento solar viaja a velocidad supersónica hasta que se cruza con una onda de choque llamada choque de terminación. En este punto, el viento solar se ralentiza drásticamente y se calienta en la heliopausa.
Lanzada el 5 de septiembre de 1977, Voyager 1 cruzó el choque de terminación en diciembre de 2004 en la heliopausa. Los científicos han utilizado datos del Instrumento de Partículas Cargadas de Baja Energía (Low-Energy Charged Particle Instrument) de Voyager 1 para deducir la velocidad del viento solar. Cuando la velocidad de las partículas cargadas que golpean la cara externa de Voyager 1 fue combinada con la velocidad de la nave, los investigadores supieron que la velocidad del viento solar era cero. Esto ocurrió en junio, cuando Voyager 1 se encontraba a unos 17.000 millones de kilómetros del Sol.
Debido a que las velocidades pueden variar, los científicos observaron cuatro lecturas mensuales más antes de convencerse de que la velocidad del viento solar en realidad se había reducido a cero. El análisis de los datos muestra que la velocidad del viento solar ha disminuido constantemente a un ritmo de unos 20 kilómetros por segundo cada año desde agosto de 2007, cuando el viento solar se aceleró hacia el exterior en unos 60 kilómetros por segundo. La velocidad se ha mantenido en cero desde junio.
"Cuando me di cuenta de que realmente eran ceros, me sorprendió", dijo Rob Decker, un co-investigador del Instrumento de Partículas Cargadas de Baja Energía de Voyager. "Allí estaba Voyager, una nave espacial que ha sido un caballo de batalla desde hace 33 años, otra vez mostrándonos algo completamente nuevo".
Los científicos creen que Voyager 1 no ha cruzado la heliofunda en el espacio interestelar. Cruzar hacia el espacio interestelar significaría una caída repentina en la densidad de partículas calientes y un aumento en la densidad de partículas frías. Los científicos están usando los datos en sus modelo de estructura de la heliosfera y deben ser capaces de estimar mejor cuando la Voyager 1 alcanzará el espacio interestelar. Actualmente, los investigadores estiman que Voyager 1 cruzará esa frontera en unos cuatro años.
"En ciencia, no hay nada como una prueba real para agitar las cosas, y Voyager 1 siempre lo hace con hechos concretos", dijo Tom Krimigis, investigador principal del Instrumento de Partículas Cargadas de Baja Energía, con sede en el Laboratorio de Física Aplicada y la Academia de Atenas, Grecia. "Una vez más, nos enfrentamos a la difícil situación de rehacer nuestros modelos".
Una nave espacial hermana, Voyager 2, fue lanzada el 20 de agosto de 1977 y se encuentra a 14.200 millones de kilómetros del Sol. Ambas naves han estado viajando a través de trayectorias diferentes y velocidades distintas. La Voyager 1 está viajando más rápido, a una velocidad de unos 17 kilómetros por segundo, en comparación con Voyager 2, cuya velocidad es de 15 kilómetros por segundo. En los próximos años, los científicos esperan que Voyager 2 encuentre el mismo tipo de fenómeno que Voyager 1.
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