Confirmada la primera imagen directa de un planeta orbitando una estrella similar al Sol

Un planeta de alrededor de ocho veces la masa de Júpiter ha sido confirmado orbitando una estrella similar al Sol. El planeta se encuentra 300 veces más lejos de su propia estrella que la Tierra del Sol.

Primera imagen del sistema, obtenida en septiembre de 2008:
1RXS J160929.1-210524 y su planeta compañero de alrededor
de 8 veces la masa de Júpiter (dentro del círculo rojo).
El recién confirmado planeta es el menos masivo conocido que orbita a una gran distancia de su estrella anfitriona. El descubrimiento se realizó utilizando tecnología de óptica adaptativa de alta resolución en el Observatorio Gemini.

Informado por primera vez en septiembre de 2008 por un equipo dirigido por David Lafrenière (entonces en la Universidad de Toronto, ahora en la Universidad de Montreal y el Centro de Investigación en Astrofísica de Quebec), el sospechoso sistema planetario requirió más observaciones para confirmar que el planeta y la estrella se mueven juntos en el espacio. "Ya en 2008 lo que sabíamos a ciencia cierta era que existía esta joven masa planetaria junto a una joven estrella parecida al Sol", dice Lafrenière. La proximidad extrema de los dos objetos sugirió fuertemente que estaban asociados, pero todavía era posible (aunque improbable) que no estuvieran relacionados y sólo se encontraran alineados por casualidad. "Nuestras nuevas observaciones descartan esta posibilidad de una alineación oportuna, y confirman así que el planeta y la estrella se relacionan uno con el otro".

Con esta confirmación, el sistema, conocido como 1RXS J160929.1-210524 (o 1RXS 1609 para abreviar), proporciona a los científicos un ejemplar único que cuestiona las teorías de formación planetaria debido a la separación extrema con respecto a su estrella. "La insólita localización de este mundo alienígena puede estar diciéndonos que la naturaleza tiene más de una forma de hacer planetas", dice el co-autor Ray Jayawardhana, de la Universidad de Toronto. "O bien, podría estar indicando una violenta juventud cuando los encuentros cercanos entre los planetas recién nacidos lanzaron a algunos hermanos fuera de sus zonas de formación", añade.

Con la detección inicial del equipo utilizando el Observatorio Gemini en abril de 2008, este objeto se convirtió en el probable primer planeta conocido que orbita una estrella similar al Sol que fuera revelado mediante una imagen directa. En el momento de su descubrimiento el equipo también obtuvo un espectro del planeta y fue capaz de determinar muchas de sus características, las que se han confirmado en este nuevo trabajo. "En retrospectiva, esto hace de nuestros datos iniciales el primer espectro de un exoplaneta confirmado", dice Lafrenière, añadiendo que las imágenes muestran vapor de agua, monóxido de carbono e hidrógeno molecular en la atmósfera del planeta.

Desde las observaciones iniciales se han descubierto varios mundos mediante el uso de imágenes directas, incluido un sistema de tres planetas alrededor de la estrella HR 8799 también descubierto con Gemini. Sin embargo, los planetas alrededor de HR 8799 orbitan mucho más cerca de su estrella anfitriona.

El reciente trabajo del equipo sobre 1RXS 1609 también verificó que planetas gigantes adicionales (de entre 1-8 masas de Júpiter) no están presentes en el sistema cerca de la estrella. Futuras observaciones pueden arrojar luz sobre el origen de este misterioso planeta ubicado tan lejos de su estrella. En el futuro se podrá determinar si el planeta es probable que tenga una órbita casi circular, como sería de esperar si realmente se formó lejos de su estrella madre, o si se trata de una forma no muy circular o incluso una órbita inestable, como podría ser el caso si se formó más cerca de su estrella, pero fue expulsado por un encuentro cercano con otro planeta.

Para las observaciones se utilizó el Near-Infrared Imager y el sistema de óptica adaptativa Altair en el telescopio Gemini Norte. La óptica adaptativa permite a los científicos eliminar gran parte de las distorsiones causadas por la atmósfera y afinar las visiones del espacio. "Sin la óptica adaptativa, simplemente no habríamos podido ver este planeta", dice Lafrenière. "La atmósfera desdibuja tanto la imagen de una estrella que se extiende a lo largo y es mucho más brillante que la imagen de un débil planeta a su alrededor, haciendo al planeta indetectable. La óptica adaptativa elimina esta confusión y proporciona una mejor visión de objetos débiles muy cercanos a las estrellas".

El resultado ha sido aceptado para su publicación en un próximo número de la prestigiosa revista The Astrophysical Journal.

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