Hayabusa regresará el 13 de junio

La nave espacial japonesa Hayabusa pondrá fin a su épico viaje de dos mil millones millones de kilómetros, cuando llegue como una estrella fugaz a Australia.

En mayo de 2003 los japoneses lanzaron la sonda espacial Hayabusa en una expedición nunca antes intentada.

Su misión era visitar al asteroide 25143 Itokawa, un terrón feo y de forma irregular de alrededor de 535 metros de largo orbitando en el barrio de Marte, y recoger muestras de la superficie.

Hayabusa ha estado haciendo su viaje de regreso a la Tierra desde septiembre de 2005, y ahora se encuentra a alrededor de 17 millones de kilómetros de distancia.

Pero nadie está seguro de que hizo sus tareas de recolección. La sonda realizó dos desembarcos en Itokawa, cada uno de unos 30 minutos, pero no hay pruebas de que fue capaz de reunir a los pocos gramos de roca que tenía como objetivo. Y no lo sabremos con certeza hasta alrededor de la medianoche el 13 de junio cuando Hayabusa vuelva a entrar en la atmósfera de la Tierra, abra su paracaídas suavemente y toque tierra en Woomera, Australia del Sur. Será entonces cuando un contenedor dentro de la nave de 17 kg será extraído y se ejecutarán las pruebas necesarias para ver si contiene lo que podría ser grava espacial invaluable.

"Es la primera vez que una nave espacial ha estado en contacto con un asteroide y ha regresado a la Tierra", dijo el ministro de Innovación Kim Carr confirmando el momento del aterrizaje en Australia.

El aterrizaje será uno de los más importantes que se programe para el Área Prohibida de Woomera, una extensión de desierto que es el área de pruebas terrestre más grande en el mundo y que está a cargo del Departamento de Defensa.

La Agencia de Exploración Aeroespacial Japonesa (JAXA) y la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA) seguirán de cerca el vuelo de regreso, que será seguido por una serie de telescopios incluyendo al Tidbinbilla en las afueras de Canberra.

La información que nos ha proporcionado el asteroide Itokawa -llamado así en honor a un científico espacial japonés- ayudará a la exploración de otros asteroides, incluyendo aquellos de mayor tamaño que podrían estar dirigiéndose a la Tierra.

"Las observaciones nos han proporcionado mucha información nueva para estudiar el proceso de formación de asteroides", dijo JAXA. Así, adquiriendo conocimientos sobre este pequeño y común cuerpo rocoso, podremos tener una pauta para la futura exploración de diferentes asteroides.



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