Impresión artística del SDO. |
El satélite vigila además las radiaciones ultravioletas y las oscilaciones del campo magnético del Sol y tendrá, por medio de una especie de ultrasonido, visión del interior del astro para así estudiar sus oscilaciones de densidad. Todo ello no sólo contibuirá a mejorar nuestro conocimiento acerca de la física solar sino también permitirá alertar con antelación de peligrosas tormentas solares.
El SDO genera un aluvión de datos sin precedentes en una misión de la NASA. Este satélite envía 1,5 terabytes a la Tierra cada día. De acuerdo con un comunicado de la agencia espacial, eso es 50 veces más datos científicos que cualquier otra misión de la historia de la agencia estadounidense. "Es como si cada día descargáramos unas 500.000 canciones", dijo Dean Pesnell del Centro de Vuelo Espacial Goddard (Goddard Space Flight Center) de la NASA en Maryland.
La misión es la primera y de acuerdo con la NASA es la "joya" de un nuevo programa llamado "Living With a Star" ("Viviendo con una estrella"). El observatorio de 3.100 kilogramos orbitará durante al menos cinco años la Tierra en una órbita inclinada hacia el Ecuador que permitirá estudiar el Sol las 24 horas del día. Los científicos esperan obtener explicaciones sobre el origen de los campos magnéticos del Sol y sobre cómo la energía magnética acumulada se transforma en energía cinética en forma de tormentas solares.
Para satisfacer las expectativas de los científicos, el SDO lleva a bordo tres instrumentos especializados. Un sistema de cuatro telescopios fotografiará la superficie y la atmósfera del Sol. Un detector de rayos UVA vigilará la luminosidad ultravioleta del Sol. Las oscilaciones lentas de los rayos UVA repercuten sobre la atmósfera y el clima terrestres y las oscilaciones rápidas pueden provocar interferencias en las comunicaciones por radio y de satélites.
Todo ello será vertido como una avalancha de datos a los laboratorios de los científicos.
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