Descubren un planeta gigante en torno a un inestable sistema binario

Prevén que en unos miles de años ese planeta será testigo de una violenta actividad entre las dos estrellas que forman el sistema.


Un equipo de astrónomos chinos ha descubierto un planeta gigante cerca del exótico sistema binario estelar mixto QS Virginis. Aunque durmientes en la actualidad, en el futuro las dos estrellas despertarán en unos miles de años en una violenta actividad, de la que este planeta, primero en ser descubierto en un sistema de este tipo, será testigo de excepción. El profesor Shengbang Qian del Observatorio Yunnan dirige al equipo científico que publica su trabajo en la revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Society.

QS Virginis se localiza en dirección de la constelación de Virgo y está a unos 157 años luz del Sol. El sistema está compuesto de una fría estrella enana roja y de otra caliente y densa enana blanca (un objeto parecido al resto que dejará el Sol al final de su vida). Las dos estrellas distan entre sí unos 840.000 kilómetros, equivalente a dos veces la distancia de la Tierra a la Luna. Al estar tan cerca se desplazan una alrededor de la otra, tomando sólo 3 horas y 37 minutos en describir la órbita. Ningún telescopio en la Tierra puede contemplarlas de forma separada, pero su particular movimiento elíptico confiere una caída periódica en el brillo del sistema.

En muchas binarias cercanas, descritas como "variables cataclísmicas" (VC), el material fluye desde una de las estrellas hasta su compañera más densa. Las estrellas de QS Virginis están sólo un poco más apartadas como para que este fenómeno ocurra y representan sólo una VC "hibernante" relativamente tranquila por el momento.

El equipo del profesor Qian observó en detalle la forma en que la luz de QS Virginis fluctuaba a lo largo de cada órbita (en la imagen). Cronometrando, encontraron que la duración de la órbita cambiaba de forma periódica, adelantándose o retrasándose.

Este cambio se explica por un tercer objeto no detectado que ejerce un empuje gravitacional sobre las dos estrellas, de forma que a veces la luz tiene que viajar un poco más y otras algo menos para alcanzarnos. De sus medidas, el equipo chino dedujo que se trataba de un planeta gigante, con un mínimo de 6,4 veces la masa de Júpiter, y a una distancia de 4,2 veces la que separa el Sol de la Tierra, unos 630 millones de kilómetros.

El nuevo planeta es el primero en ser encontrado en órbita alrededor de una pareja de estrellas de este tipo. Aunque inhabitable con casi total certeza, un hipotético observador vería un par de pequeños soles, uno rojo y otro blanco apareciendo muy cerca entre sí en el cielo.

Pero las cosas no serán así para siempre. La estrella enana roja está siendo frenada por la interacción de su viento estelar con el campo magnético. A medida que pierde energías se mueve más despacio acercándose a la enana blanca. En algún momento, en un plazo de 5.000 años, estarán tan cerca que el hidrógeno empezará a ser expulsado de la enana roja hacia su compañera, al modo de los sistemas VC.

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