Los gases que formaron la atmósfera terrestre, y posiblemente los océanos, llegaron del espacio exterior y no del interior del planeta, según afirma un estudio publicado ayer por la revista Science.
Usando técnicas analíticas avanzadas que permiten identificar pequeñas cantidades de los gases criptón y xenón, los investigadores han descubierto claras huellas de meteoritos en los gases volcánicos. "Por lo que sabemos ahora, los gases de los volcanes no han contribuido de manera significativa a la formación de la atmósfera", explica Greg Holland, investigador de la Universidad de Manchester (Reino Unido) y coautor del estudio. "Por lo tanto, la atmósfera y los océanos deben venir de alguna otra parte, posiblemente tras los impactos de cuerpos ricos en agua, similares a cometas", añade.
Tras el hallazgo tendrán que modificarse las imágenes que aparecen en los libros de texto mostrando enormes volcanes esparciendo gases que después se transforman en la atmósfera, según ha apuntado Chris Ballentine, que también ha participado en la investigación.
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