"La NASA no debe seguir los consejos de la comisión de Obama"


Michael D. Griffin no acostumbra a morderse la lengua, pero esta vez se ha mostrado comedido. Mucho. Alguien que llegó a decir durante su etapa como director de la NASA (abril de 2005 a enero de 2009) que el cambio climático no era un asunto prioritario, de repente se ha vuelto políticamente correcto. "Son asuntos complejos los aeroespaciales y la política, ¿sabe?", se excusa al final de la cita. Obama no le renovó en su cargo cuando llegó al poder, hecho que también se niega a comentar, y, desde entonces, imparte clases de ingeniería aeroespacial en la Universidad de Alabama. Griffin inauguró ayer el master en Aerospace Science and Technology de la Universidad Politécnica de Cataluña, en Castelldefels (Barcelona).

Pregunta. ¿Puede hacer un balance de su etapa en la NASA?

Respuesta. No ha sido un trabajo mío, sino de todo el equipo. Volvimos a poner el transbordador en vuelo después del accidente del Columbia, porque la Estación Espacial sólo estaba acabada en aquel momento en una tercera parte y para cumplir los compromisos era necesario completar la Estación Espacial. Fue difícil, pero lo hicimos. Pensamos que no teníamos suficientes naves disponibles para lo que originalmente habíamos planeado. Necesitábamos un nuevo plan para reemplazar el transbordador, lo hicimos, y es lo que ahora se está construyendo en Estados Unidos [el sistema de cohetes y cápsulas Ares / Orion].

P. Pero se topó con barreras muy altas, como presupuestos restrictivos, ¿no?

R. Lo más importante es que se hicieron cosas más tarde porque no eran los presupuestos que debíamos tener, eso es algo deplorable; sin embargo, la NASA está trabajando en la línea correcta. Otra importante realización ha sido reparar el telescopio espacial Hubble por última vez, y eso fue muy bueno.

P. Algunos investigadores le acusaron de sustraer una parte de los presupuestos científicos de la NASA para las misiones espaciales tripuladas.

R. Sí, fui criticado por ello, pero la gente se dio cuenta de que todo el presupuesto de la NASA fue cortado, reducido, y no era posible seguir dando a los científicos la misma cantidad que habían tenido: era lo que había.

P. ¿Qué opina del informe Augustine, encargado por el presidente Obama para revisar la política de vuelos tripulados de Estados Unidos?

R. Creo que proporciona un gran servicio al hacer público que la NASA dispone de menos de 3.000 millones de dólares anuales (2.070 millones de euros) para llevar a cabo lo que se le pidió. Pero no le tengo mucho cariño a otra de las recomendaciones del informe Augustine, no apruebo la recomendación de dar cancha a los servicios comerciales en vez de desarrollar un nuevo sistema para sustituir el transbordador.

P. ¿Qué cree que sucederá en enero, cuando tengan que decidir con este informe en las manos?

R. La comisión Augustine ha finalizado su trabajo. El próximo paso lo darán el presidente de EEUU y el Congreso. El presidente no decidirá hasta finales de enero o principios de febrero, cuando salgan los nuevos presupuestos. Y el Congreso no responderá hasta bien entrada la primavera. Tendremos que esperar unos meses.

P. ¿Cuál es el camino espacial que debería tomar EE UU?

R. El mejor camino para la NASA es mantener el curso actual y no seguir las recomendaciones del comité Augustine. No es de las decisiones más agradables que tendrán que tomar Obama y el Congreso.

P. ¿Por qué es tan importante llevar el hombre a la Luna y a Marte?

R. Porque es lo que hacemos los humanos, exploramos las fronteras, y en nuestro tiempo la frontera es el espacio.

P. Pero con un recorte de presupuestos no será posible llegar tan lejos.

R. Si no se aumentan los presupuestos esto no será posible.

P. ¿No sería más económico explorar el espacio con sistemas automáticos?

R. Se podría hacer, pero no es lo mismo. No es lo mismo lanzar un paquete con instrumentos a la cima del Everest que escalarlo. Ambos objetivos son importantes: el descubrimiento científico, de descubrir nuevas cosas, generalmente se hace mejor con instrumentos científicos, pero expandir la frontera humana no se consigue enviando instrumentos, la gente debe estar allí. Es una de las buenas cosas que hizo el comité Augustine, que dijo que los viajes espaciales debían servir para expandir la civilización fuera de la Tierra.

P. ¿Por qué la NASA no dedica suficientes recursos a la ciencia e investigación?

R. Nunca hay suficiente dinero para hacer todo lo que uno quiere, se tiene que elegir y hacer un balance entre exploración científica y exploración humana. Entiendo que los científicos quieran más dinero, pero les decía que sentía no poder dárselo.

P. ¿Cuáles son los puntos fuertes y los puntos débiles de la NASA?

R. Es una organización increíblemente potente y capaz, pero el culpable de algunas debilidades es la Administración, que tiene difícil dar a las agencias y las empresas gubernamentales la necesaria estabilidad para cumplir sus objetivos. Cuando tenemos elecciones, la dirección [de agencias como la NASA] cambia, y eso hace difícil mantener un programa coherente.

P. ¿Puede llegar la hora de la coherencia?

R. No lo sé.

P. Se rumorea que va a colaborar estrechamente con la Agencia Europea del Espacio (ESA).

R. Mantengo colaboraciones con ingenieros y científicos del espacio de todo el mundo, incluida la ESA. Soy profesor universitario en Estados Unidos y puedo decir que no se ha creado ningún puesto para mí en la ESA.

P. ¿Qué cree que hará la NASA cuando retire los transbordadores si, como parece, los nuevos sistemas Ares / Orion no estarán entonces listos para volar?

R. Estamos en una situación en la que tenemos pocas elecciones. Aunque se retrasara la retirada del transbordador, con los actuales presupuestos no se eliminará el vacío temporal entre ambos sistemas espaciales, porque también se tendría que posponer el desarrollo de Ares. La Estación Espacial Internacional es una instalación de 75.000 millones de dólares, y cuando esté finalizada nos tenemos que hacer cargo. Estados Unidos tendrá que comprar los servicios de carga a Rusia, Europa y Japón. No lo considero una buena solución, de hecho, es deplorable, pero es lo que hay. Los sistemas comerciales en los que mucha gente tiene puestas sus esperanzas emergerán, pero no lo harán a tiempo para cubrir ese vacío.

P. ¿Volverán los años dorados a la NASA?

R. No creo que haya ninguna posibilidad de que la NASA vuelva a recibir las mismas cantidades que durante los años del programa Apolo. Era el doble de lo que recibe en la actualidad, pero espero que aumenten los recursos, como ha recomendado la comisión Augustine.

Fuente: elpais.com

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