Un equipo de astrónomos e ingenieros de ALMA hizo mediciones interferométricas de señales de radio provenientes de una fuente astronómica desde el llano de Chajnantor, a una altitud de 5.000 metros en los Andes de Chile.
Para estas observaciones se utilizó una serie completa de equipos desarrollados especialmente para ALMA, incluidas dos antenas de alta precisión de 12 metros de diámetro y sofisticados sistemas electrónicos con los que se reciben y combinan las señales. Ésta es la primera vez que se utiliza la totalidad de estos complejos componentes -todos dotados de tecnología absolutamente pionera- como un sistema completo.
Las antenas fueron posicionadas el 16 y 17 de octubre y enseguida se dio inicio a las pruebas y a los trabajos de conexión con el resto del sistema. El día 21, todo estaba listo para comenzar las pruebas con el sistema completo. Estas actividades fueron encabezadas por Robert Lucas, con la ayuda de Tzu-Chiang Shen, Rodrigo Araya, Rodrigo Olguín, Juan Pablo Caram y Antonio Hales. Esa noche pudieron detectar "franjas" (el efecto observado cuando las señales provenientes de las dos antenas llegan al detector final exactamente en el mismo instante) correspondientes a dos objetos bien conocidos: la nube molecular Orión y el quasar 3C84.
A continuación, se realizaron pruebas para determinar con exactitud la distancia entre las antenas, que resultó ser de 159,8331+/– 0,0005 metros, así como la diferencia en el tiempo que tardaron las señales en llegar al edificio central (el retardo), que fue de 1959,642 +/– 0,02 nanosegundos.
Paralelamente, se revisaron los equipos y las conexiones necesarias para operar a frecuencias más elevadas. Un gran número de personas participó en estas actividades, encabezadas por los equipos de AIV, CSV y operaciones científicas.
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