Una nueva técnica que emplea imágenes en infrarrojo cercano, obtenidas con el New Technology Telescope (NTT), permite a los astrónomos ver a través de opacas nubes de polvo de la galaxia caníbal gigante Centaurus A, develando su 'última cena' con un detalle sin precedentes: una galaxia espiral más pequeña y actualmente retorcida.
Centaurus A (NGC 5128) es la galaxia elíptica gigante más cercana, a una distancia de unos 11 millones de años-luz, y constituye uno de los objetos más estudiados en el cielo austral. Ya en 1847 la especial aparición de esta galaxia captó la atención del famoso astrónomo británico John Herschel, quien catalogó los cielos del sur e hizo una exhaustiva lista de nebulosas.
Sin embargo, Herschel no podía saber que esta bella y espectacular aparición se debe a una opaca senda de polvo que cubre el centro de la galaxia. Se piensa que este polvo es el residuo de una fusión cósmica entre una galaxia elíptica gigante y una galaxia espiral más pequeña llena de polvo.
Se cree que hace unos 200 a 700 millones de años, esta galaxia consumió a una galaxia espiral más pequeña, rica en gas, cuyos contenidos parecen estar agitándose en el centro de Centaurus A, provocando probablemente nuevas generaciones de estrellas.
Los primeros vistazos de las 'sobras de esta cena' fueron obtenidos gracias a las observaciones con el ESA Infrared Space Observatory, que revelaron una estructura de 16.500 años-luz de ancho, muy similar a la de una pequeña galaxia barrada. Más recientemente, el Telescopio Espacial Spitzer de la NASA resolvió esta estructura en un paralelógramo, que puede ser explicado como el residuo de una galaxia rica en gas cayendo dentro de una galaxia espiral y torciendo en el proceso. La fusión de galaxias es el mecanismo más común para explicar la formación de tales galaxias elípticas gigantes.
Las nuevas imágenes de SOFI, obtenidas con el New Technology Telescope de 3,58 metros en el Observatorio La Silla de ESO, permiten a los astrónomos obtener una vista aún más precisa de la estructura de esta galaxia, completamente libre del polvo que la oscurece. Las imágenes originales, obtenidas observando en el infrarrojo cercano a través de tres filtros diferentes (J, H, K) fueron combinadas usando una nueva técnica que elimina el efecto filtrante del polvo, proporcionando una clara vista del centro de esta galaxia.
Lo que los astrónomos encontraron es sorprendente: "Hay un claro anillo de estrellas y cúmulos escondidos detrás de las sendas de polvo, y nuestras imágenes proporcionan una detallada vista de éste que no tiene precedentes", dice Jouni Kainulainen, autor principal del artículo que da cuenta de estos resultados. "Un posterior análisis de esta estructura proporcionará importantes pistas sobre cómo ocurrió el proceso de fusión y cuál ha sido el rol de formación de estrellas durante éste".
El equipo de investigación está entusiasmado con las posibilidades que abre esta nueva técnica: "Estos son los primeros pasos en el desarrollo de una nueva técnica que tiene el potencial de localizar gigantescas nubes de gas en otras galaxias con alta resolución y de manera efectiva en cuanto a costos", explica el coautor João Alves. "Saber cómo se forman y desarrollan estas gigantescas nubes es comprender cómo se forman las estrellas en las galaxias".
Esperan tener pronto los nuevos telescopios planificados, tanto en tierra como en el espacio, pues afirman que "esta técnica es muy complementaria a los datos en onda de radio que ALMA reunirá en galaxias cercanas y, al mismo tiempo, plantea interesantes vías de investigación para poblaciones estelares extragalácticas con el futuro European Extreme Large Telescope (EELT) y el Telescopio Espacial James Webb, ya que el polvo es omnipresente en las galaxias", según el coautor Yuri Beletsky.
Observaciones previas realizadas con ISAAC en el VLT han revelado que un agujero negro súper masivo merodea dentro de Centaurus A. Su masa es unas 200 millones de veces la masa de nuestro Sol, o es 50 veces más masivo que el agujero negro que está en el centro de nuestra Vía Láctea. En contraste a nuestra propia galaxia, el agujero negro súper masivo en Centaurus A está siendo alimentado continuamente por material que cae en él, haciendo muy activa a la galaxia gigante. Centaurus A es, de hecho, una de las fuentes de radio más brillantes en el cielo (de ahí la A en su nombre). En imágenes de radio y rayos-X también se observan chorros de partículas de alta energía saliendo desde el centro.
La nueva imagen de Centaurus A es un maravilloso ejemplo de cómo la ciencia de frontera puede combinarse con aspectos estéticos. En el pasado se han obtenido magníficas imágenes de Centaurus A con el Very Large Telescope de ESO y también con el Wide Field Imager en el telescopio MPG/ESO de 2,2 metros en La Silla.
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