Módulo científico ruso se acopla con éxito a la ISS


La nave de carga rusa Progress-M que transporta el nuevo módulo científico Póisk (MIM-2) ha conseguido engancharse con éxito a la Estación Espacial Internacional (EEI, ISS por sus siglas en inglés). De esta forma, Rusia reanuda la construcción de su segmento en la base orbital tras un paréntesis de ocho años motivado por la catástrofe de la nave Columbia en 2003 y la falta de fondos.

Según ha informado el Centro de Control de Vuelos Espaciales (CCVE) de Rusia, el acoplamiento de la nave, lanzada al cosmos el pasado martes, se efectuó a las 15.41 GMT en régimen automático, si bien los tripulantes de la estación supervisaron la maniobra para realizar el enganche de forma manual en caso de algún imprevisto.

El módulo, que contiene equipos para experimentos científicos, ampliará además la capacidad de la EEI para recibir naves espaciales, pues tiene un puerto de acoplamiento propio, además de una escotilla para las caminatas exteriores de los astronautas.

La nave Progress, que también lleva a la estación unos 850 kilogramos de carga útil, entre equipos científicos, alimentos y agua, se desenganchará de la estación dentro de unas dos semanas para ser hundida en el océano Pacífico.

El Póisk, que servirá exclusivamente de laboratorio científico, se convierte en el cuarto módulo del segmento ruso de la ISS después del Zariá, integrado en la estación en 1998, el Zvezdá (2000) y el Pirs (2001), que sirve de puerto de enganche. Según el CCVE, Rusia reanuda así la construcción de su segmento en la estación espacial tras un paréntesis de ocho años motivado por la catástrofe del Columbia estadounidense en 2003, la consiguiente suspensión de los vuelos de los transbordadores por más de dos años y la falta de dinero para el programa espacial ruso a principios de esta década.

Por otra parte, en los últimos años, en la Estación Espacial Internacional han sido integrados varios módulos de Estados Unidos, la Agencia Espacial Europea y Japón. Un módulo gemelo del Póisk, el MIM-1, también ruso, será enviado a la EEI en un transbordador norteamericano en mayo del año que viene, y en 2011 al segmento ruso de la estación se sumará otro laboratorio espacial, el MLM polivalente. Un año más tarde, Rusia tiene previsto integrar en la EEI un nudo universal de acoplamientos, cuyos seis puertos de enganche ampliarán considerablemente las posibilidades de desarrollar la infraestructura de la plataforma internacional.

La construcción del segmento ruso debe concluir con la integración en 2014 y 2015 de otros dos módulos científicos y generadores de energía, que permitirán a Rusia alimentar por su cuenta sus laboratorios, para los que actualmente compra parte de electricidad al segmento norteamericano de la estación.

Según el programa inicial, la construcción de la ISS debía concluir en 2010 para ser explotada hasta 2015, pero los países participantes estudian actualmente la posibilidad de ampliar su operatividad por otros cinco o diez años.

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