Analizar el fin de las estrellas y el nacimiento de agujeros negros

El Telescopio Málaga (Telma) escrutará a partir de hoy el Universo en busca de estallidos cósmicos de rayos gamma, los acontecimientos físicos más luminosos y energéticos del cosmos, desde el Observatorio Astronómico Bootes-2 (Burst Observer and Optical Transient Exploring System) en la Estación Experimental de La Mayora.


Un telescopio robótico de sesenta centímetros de diámetro, que ha sido presentado hoy en la estación experimental de La Mayora, dependiente del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), permitirá estudiar la muerte de las estrellas y el nacimiento de agujeros negros en el Universo.

El investigador titular del Instituto Astrofísico de Andalucía Alberto Castro ha explicado a los periodistas que estos fenómenos se pueden percibir como media una vez al día, y con el instrumental que se ha presentado, bautizado como Telescopio Málaga (Telma), se puede cubrir en "cinco o seis segundos el cielo de una punta a la otra".

El Telma, que ha supuesto una inversión de unos 300.000 euros, destaca por su velocidad para apuntar y actualmente sólo existe un telescopio similar en Nueva Zelanda, que fue instalado en febrero y que forma parte del proyecto de investigación del CSIC.

Castro ha manifestado que cuando el ojo electrónico de un satélite recibe la luz derivada de la explosión de una estrella, "recibimos una alerta y gracias a la capacidad de respuesta del telescopio, obtenemos unas imágenes muy valiosas para el estudio".

Según el investigador, estos fenómenos astrofísicos son los más energéticos que se dan en el Universo, ya que son equivalentes "al lanzamiento en un minuto de 30.000 quintillones de bombas atómicas".

El equipamiento sustituye al anterior telescopio más reducido con el que contaba la estación astronómica de La Mayora, ubicada en el municipio malagueño de Algarrobo, y se suma al conjunto de cámaras que también se emplean en los registros que se efectúan del cosmos y la atmósfera terrestre.

Castro ha afirmado que desde la estación también se estudian los bólidos y meteoros que atraviesan el cielo, que pueden ser artificiales y producidos por el hombre, como los satélites, o bien materia interplanetaria que se calienta y se desintegra tras su entrada en la atmósfera.

"Hace dos veranos hubo mucha expectación en la costa por un fenómeno similar a unos fuegos artificiales, pero en realidad se trató de la desintegración de un satélite por una reentrada en la atmósfera que no estaba controlada", ha precisado el investigador.

Las cámaras de La Mayora y las de su estación gemela en Huelva posibilitan la identificación de estas incidencias, "que se suelen vincular al fenómeno de los ovnis".

Castro ha asegurado que además de estudiar el universo, el trabajo desarrollado busca "aunar ciencia puntera y desarrollos tecnológicos de vanguardia", y en este sentido, ha informado de que se ha obtenido una patente de una de las cámaras utilizadas en el observatorio.

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