Vivir en cavernas lunares

Las cuevas fueron el primer refugio de la Humanidad aquí, en la Tierra. ¿Lo serán también cuando el hombre empiece a viajar a otros mundos?


Por primera vez desde que se explora nuestro satélite, los científicos han descubierto un profundo agujero en la Luna. Se trata, aseguran, de la entrada a un gran túnel subterráneo excavado por un antiguo río de lava y es la primera prueba directa de toda una red de túneles lunares, cuya existencia se sospecha desde hace tiempo pero que jamás habían sido observados. Estas cuevas, dicen los científicos, podrían servir de hogar y refugio a los primeros colonizadores terrestres.

Igual que sucede en la Tierra, también la Luna debería tener cuevas bajo su superficie. Túneles de lava formando amplias redes de galerías y grandes bóvedas, nacidas durante la formación misma de nuestro satélite, al irse enfriando las rocas alrededor de ríos de lava que seguían fluyendo a través de ellas. Sin embargo, todas las pruebas que había hasta ahora eran indirectas, basadas en las observaciones de largos canales, restos de antiguos ríos de lava, sobre la superficie.

Algunos de estos canales, además, parecían haber quedado al descubierto tras el derrumbe de algunas de sus secciones, lo que permitía suponer que alguna vez habían sido subterráneos. Y lo que es mejor, otros parecían ser sólo una parte de túneles mucho más largos y que se extendían por debajo de la superficie. Sin embargo, hasta ahora nadie había observado directamente lo que parece ser la entrada intacta a uno de estos túneles.

La imagen mostrada arriba ha sido obtenida por la sonda japonesa SELENE (más conocida como Kaguya), que terminó su misión en la Luna en junio tras dos años de intensa observación. Un grupo de científicos japoneses liderados por Junichi Haruyama, de la Agencia de Exploración Espacial nipona, ha buscado durante meses entre los datos de la Kaguya alguna prueba de que los túneles subterráneos efectivamente existen.

La entrada se encuentra en las colinas Marius, una agreste y escarpada región volcánica. Mide 65 metros de diámetro y, según las imágenes obtenidas desde varios ángulos, se hunde bajo la superficie por lo menos a 80 metros de profundidad. El agujero se abre justo en medio de uno de los ya citados antiguos canales de lava de 370 metros de largo, lo que sugiere que se trata de la entrada a un 'tubo de lava' de por lo menos esa longitud.

No queda claro, sin embargo, la forma en que ese agujero se ha abierto. ¿El impacto de un meteorito? ¿Un terremoto lunar? Harán falta más investigaciones para saber cómo se abrió la entrada a un túnel que seguramente tiene miles de millones de años de antigüedad. Pero de lo que los científicos están seguros es de que el hallazgo es una auténtica bendición, capaz de dar impulso a la exploración lunar justo en un momento en que la falta de presupuestos parece estar a punto de que se suspenda todo el programa.

De hecho, y dado que los tubos pueden tener varios cientos de metros de longitud, podrían ser el lugar ideal para instalar un puesto de avanzada para los futuros colonizadores de nuestro satélite. Los tubos podrían protegen a los astronautas de las peligrosas radiaciones solares, del impacto de pequeños meteoritos (que en la Tierra son quemados por la atmósfera) y de las bruscas fluctuaciones de temperaturas.

Ahora, otra misión lunar, esta vez de la NASA, explorará la zona y obtendrá imágenes hasta diez veces más precisas del agujero. Se trata de la Lunar Reconaissance Orbiter (LRO), cuyos datos revelarán, por ejemplo, si la entrada podría ser accesible para los astronautas o si, por el contrario, está obstruida con lava y resultará impracticable incluso si se enviara una misión tripulada hasta allí.

Otro de los objetivos de la NASA, Marte, dispone también de cuevas que podrían servir de refugio a los miembros de las primeras misiones tripuladas a ese planeta. Y aunque parece que para ello habrá que esperar más de lo previsto, dadas las conclusiones de la Comisión Augustine, un auténtico jarro de agua fría para los planes de la agencia espacial norteamericana (ver noticia), varias entradas a cuevas han sido encontradas ya en las laderas de Arsia Mons, uno de sus volcanes. La fotografía muestra algunas de ellas, descubiertas gracias a la misión Mars Odissey, que ha revelado hasta siete 'puertas' diferentes.

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