Las turbulentas órbitas de las estrellas subenanas ultrafrías

Un equipo de astrónomos ha dado a conocer que las estrellas pertenecientes a una clase descubierta recientemente, la de las denominadas subenanas ultrafrías, tienen órbitas atípicas en torno a la Vía Láctea, siguiendo rutas que son muy diferentes a las de las estrellas comunes. Incluso, una de ellas podría ser, en realidad, una visitante que se originó en otra galaxia.

El estudio realizado por Adam Burgasser, del Instituto Tecnológico de Massachusetts, y su equipo, aclara el origen de estas estrellas peculiares y apenas visibles, y podría proporcionar nuevos detalles sobre las clases de estrellas provenientes de otras galaxias que ha adquirido la Vía Láctea.

Las subenanas ultrafrías fueron reconocidas por primera vez como una clase individual de estrellas en el 2003, y se distinguen por sus bajas temperaturas (por eso se las llama "ultrafrías") y sus bajas concentraciones de elementos distintos al hidrógeno y al helio (por eso se las califica como "subenanas"). Se encuentran situadas en el extremo inferior de la escala de tamaños para estrellas, y algunas son tan pequeñas que están más cerca de los objetos de tipo planetario conocidos como enanas marrones, que de las estrellas normales. Sólo se conocen actualmente unas pocas subenanas ultrafrías, pues son de brillo muy tenue (hasta 10.000 veces menos que el brillo del Sol) y sumamente raras.

Estrellas subenanas
Orbitas de las subenanas descubiertas recientemente. (Foto: Adam Burgasser)
Burgasser, autor principal del estudio, estaba intrigado por el rápido movimiento de las subenanas ultrafrías, las cuales superan de modo asombroso al Sol en velocidad. Muchas de las estrellas cercanas viajan a velocidades muy similares a la del Sol, por lo que tienden a mantenerse durante mucho tiempo en sus posiciones relativas con respecto a él, y describen, como éste, órbitas bastante circulares alrededor del centro de la Vía Láctea, una vez cada 250 millones de años. En cambio, las subenanas ultrafrías parecen sobrepasarnos circulando a velocidades muy altas, de más de 500 kilómetros por segundo. Expresado de manera coloquial pero fácil de entender, esto significa, tal como dice Burgasser, que si existiesen policías interestelares allá afuera, estas estrellas perderían seguramente su carnet de conducir.

Los cálculos hechos sobre las órbitas de esta clase de estrellas muestran una diversidad inesperada de órbitas. Algunas de esas estrellas se sumergen profundamente en el centro de la Vía Láctea, realizando recorridos de gran excentricidad orbital, parecidos a las órbitas de los cometas. Otras siguen órbitas igualmente inusuales. A diferencia de la mayoría de las estrellas cercanas, la mayor parte de las subenanas ultrafrías pasa mucho tiempo a miles de años-luz por encima o debajo del disco de la Vía Láctea.

Un hipotético habitante de un planeta en órbita a una de estas subenanas disfrutaría de una panorámica nocturna increíble de una hermosa galaxia espiral, nuestra Vía Láctea, extendida de manera bien visible por el firmamento.

Los cálculos orbitales confirman que todas las subenanas ultrafrías son parte del halo de la Vía Láctea. Ese halo consta de una población de estrellas muy dispersas que probablemente se formaron en el pasado lejano de la Vía Láctea. Sin embargo, una de las subenanas, la estrella llamada 2MASS 1227-0447, en la constelación de Virgo, tiene una órbita muy peculiar que sugiere que el astro es de un linaje muy distinto, posiblemente extragaláctico.

0 comentarios:

Publicar un comentario