Un equipo internacional de astrónomos ha descubierto un planeta de otro sistema solar cuya órbita está muy desviada del plano ecuatorial de su estrella, un hallazgo que contradice algunas teorías sobre cómo se forman los sistemas planetarios.
Las nuevas observaciones, efectuadas en el Observatorio W. M. Keck en Hawai, proporcionan una medición clara y sólida de la distintiva inclinación orbital del planeta, con un ángulo de aproximadamente 37 grados respecto al plano ecuatorial de la estrella.
Los astrónomos descubrieron al planeta, conocido como XO-3b, debido a que, observando desde la Tierra, pasa directamente frente a la estrella, en un evento llamado tránsito, provocando de esta forma una ligera atenuación en su luz. Tal atenuación se puede detectar con un potente telescopio conectado a un fotómetro muy sensible.
Detectar el planeta fue relativamente fácil, dado que atenúa la luz de la estrella en aproximadamente un 1 por ciento. Sin embargo, resultó muy difícil ir un paso más allá y medir el ángulo de su órbita, incluso con herramientas tan potentes.
En todos los modelos de formación planetaria, una estrella joven está rodeada por un disco aplanado de gas y polvo. Un sistema de esta clase recuerda a un huevo frito, donde la yema en el medio es la estrella, y la clara que la rodea es el gas y el polvo periféricos.
Los planetas se forman por el colapso del polvo y el gas dentro de ese disco. Las teorías predominantes explican cómo los planetas en el sistema solar residen en un plano que coincide con el ecuador del Sol. Otros sistemas planetarios muestran una arquitectura similar.
Lo impactante sobre el sistema planetario analizado en el nuevo estudio es que la órbita del planeta está muy inclinada respecto al plano ecuatorial de su estrella, y no se trata de un cuerpo de tamaño asteroidal perturbable orbitalmente con facilidad, sino de un astro mucho más masivo que Júpiter.
XO-3b tiene aproximadamente 13 veces la masa de Júpiter, aunque orbita alrededor de su estrella con un periodo, o "año", de apenas 3,5 días. Júpiter, por el contrario, necesita casi 12 años para completar una órbita. XO-3b es considerado un "Júpiter caliente", porque recuerda al mayor planeta de nuestro sistema solar y porque está mucho más caliente debido a la proximidad a su estrella.
Es muy probable que el planeta, como todos los Júpiteres calientes, no se haya formado en su órbita actual, sino mucho más lejos de la estrella y que luego haya migrado hasta su posición actual. Según los modelos teóricos más aceptados, la atracción gravitatoria de otros planetas, ubicados en órbitas no muy cercanas, así como la atracción ejercida por los "cascotes" del disco protoplanetario, sólo pueden alterar ligeramente las órbitas de los planetas. Los encuentros cercanos con otros planetas, sin embargo, sí tienen la suficiente fuerza como para cambiar significativamente la trayectoria del planeta.
Parece que en el caso de XO-3 algunos planetas lo atrajeron y lo sacaron de su órbita circular original. Sufrió un encuentro gravitacional cercano. Sobrevivió al mismo, pero quedó en una órbita inusual.
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