ESO divulga espectacular imagen de la nebulosa Omega

La Nebulosa Omega, a veces llamada Nebulosa del Cisne, es una deslumbrante guardería estelar situada a unos 5500 años luz de distancia hacia la constelación de Sagitario (el arquero). Una región de gas y polvo donde hay una activa formación de estrellas y de alrededor de 15 años luz de ancho y que recientemente ha desovado un racimo de estrellas masivas y calientes. La intenza luz y los fuertes vientos de estos infantes grandes y pesados han logrado crear notables estructuras de filigrana en el gas y el polvo.

Cuando es visto a través de un pequeño telescopio, la nebulosa tiene una forma que recuerda a algunos observadores la última letra del alfabeto griego, omega, mientras que otros ven un cisne con su distintivo cuello largo y curvo. Otros apodos de esta nevulosa incluyen la Herradura y la Nebulosa de la langosta.

El astrónomo suizo Jean-Philippe Loys de Cheseaux descubrió la nebulosa cerca de 1745. El cazador de cometas francés Charles Messier lo volvió a descubrir por separado unos veinte años más tarde y lo incluyó como el número 17 en su famoso catálogo (el catálogo Messier). En un pequeño telescopio, la Nebulosa Omega aparece como un enigmático fantasma de la barra de luz frente a los campos de estrellas de la Vía Láctea. Los primeros observadores no estaban seguros si esta curiosidad era realmente una nube de gas o si era un racimo alejado de estrellas demasiado débiles para ser resuelto. In 1866, William Huggins settled the debate when he confirmed the Omega Nebula to be a cloud of glowing gas, through the use of a new instrument, the astronomical spectrograph. En 1866, William Huggins resolvió el debate cuando confirmó que la Nebulosa Omega es una brillante nube de gas, a través de la utilización de un nuevo instrumento, el espectrógrafo astronómico.

En los últimos años, los astrónomos han descubierto que la Nebulosa Omega es uno de las más jóvenes y masivas de las regiones de formación de estrellas en la Vía Láctea. El nacimiento de estrellas comenzó hace unos millones de años y sigue hasta hoy. El gas intensamente brillante mostrado en esta imagen es solamente una ampolla en erupción al lado de una nube mucho más grande y oscura de gas molecular. El polvo que es tan prominente en este cuadro viene de los restos de las estrellas masivas calientes que han terminado sus breves vidas y han expulsado el material al espacio, como también el detrito (resultado de la descomposición de una masa sólida en partículas) cósmico con el que se formarán los futuros soles.

La recién difundida imagen, obtenida con el instrumento EMMI conectado al Nuevo Telescopio de Tecnología ESO de 3.58 metros (NTT) en La Silla, Chile, muestra la región central de la Nebulosa Omega con exquisitos detalles. En 2000, otro instrumento de la NTT, llamado SOFI, capturó otra sorprendente imagen de la nebulosa en el infrarrojo (imagen), dando a astrónomos una visión penetrante a través del polvo oscuro, y claramente demostrando muchas estrellas previamente ocultas.

A la izquierda de la imagen hay una nube de polvo con forma de una enorme y extraña 'caja' que cubre el brillante gas. La fascinante gama de sutiles matices de colores a través de la imagen proviene de la presencia de diferentes gases (principalmente hidrógeno, pero también de oxígeno, nitrógeno y azufre) que están brillando bajo la luz ultravioleta intensa irradiada por el calor estrellas jóvenes.

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