Posiciones de los objetos del Sistema Solar exterior, en enero del 2000. |
El caballo de Troya de la leyenda llevaba en su vientre a los hombres y armas para ayudar a tomar la antigua Troya. Ahora aparece otro tipo de troyano que podría poner en peligro cada vida en la Tierra. Así lo afirma un estudio de los "asteroides Troyanos" que existen alrededor de la órbita de Neptuno: el material de estos puede llegar a convertirse en cometas que podrían golpear nuestro planeta.
Alrededor de las tres cuartas partes del riesgo de impacto con la Tierra provienen de los asteroides cercanos a la Tierra, y alrededor de 1.000 de ellos están siendo rastreados por sondeos del cielo. El riesgo restante procede de los cometas, que han resultado más difíciles de vigilar.
Muchos cometas se mueven por el Sistema Solar interior en órbitas de 200 a 300 años. El origen de los llamados "cometas de período corto" es desconocido, pero se piensa que su origen inmediato se debe a los Centauros. Estos son una colección estimada de un millón de objetos helados de más de 1 kilómetro de ancho en órbitas elípticas que se acercan más al Sol entre las órbitas de Júpiter y Neptuno.
Sólo unos 250 de estos Centauros han sido captados por telescopios. Todos se encuentran en órbitas inestables y tienen una alta probabilidad de recibir un impulso gravitatorio cuando su órbita los lleva cerca de Júpiter u otro de los planetas gigantes. Tal perturbación podría redireccionarlos hacia el Sistema Solar interior y, posiblemente, hacia la Tierra. Cuando un caprichoso Centauro se acerca al Sol, el calor comienza a evaporar el contenido de hielo, dando lugar a una cola cometaria.
Simulaciones previas de los Centauros sugieren que algo tiene que estar alimentándolos con material extra; cada objeto orbita durante unos 3 millones de años antes de impactar un planeta, caer al Sol, ser expulsado del Sistema Solar o simplemente desintegrarse. "La población se desintegra y están siendo repuestos desde alguna parte", dice Jonathan Horner de la Universidad de Durham, Reino Unido.
En un trabajo que aparecerá en International Journal of Astrobiology, Horner y Patryk Sofia Lykawka de la Universidad Kinki en Osaka, Japón, sugieren que la fuente de esta reposición corresponde a los Troyanos de Neptuno, asteroides que orbitan alrededor del Sol en aproximadamente el mismo recorrido que Neptuno. Ellos calculan que, durante los siguientes 600 millones de años, uno de los seis Troyanos conocidos tiene un 50% de posibilidades de emigrar para convertirse en un Centauro.
Hal Levison del Instituto de Investigación Southwest en Boulder, Colorado, sostiene que para mantener el balance de los cometas conocidos de período corto de tamaño superior a un kilómetro, el número de Troyanos tendría que ser tan alto como mil millones. Sin embargo, él piensa que esto es improbable porque tantos objetos de ese tamaño chocarían y se fragmentarían en objetos de dimensiones más pequeñas. "Estoy dudoso", dice. Levison cree que la principal fuente de los Centauros es el "disco disperso", que forma parte del Cinturón de Kuiper, más allá de Neptuno.
Explicación de colores de la imagen:
Rojo = El Sol
Aguamarina = Planetas gigantes
Verde = Objeto del Cinturón de Kuiper
Naranja = Objeto del disco disperso (Centauros)
Rosado = Troyano de Júpiter
Amarillo = Troyano de Neptuno
Fuente
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