Los científicos rusos soñaban con un compatriota caminando por la Luna. |
Julio Verne imaginó un viaje maravilloso abordo de una bala de cañón, que si bien no era realizable en la práctica -por ejemplo, los tripulantes morirían aplastados dentro del proyectil- sí fue el primer intento de describir con minuciosidad científica los problemas que hay que resolver para lograr enviar un objeto a la Luna. Pero fue a mediados del siglo XX cuando, gracias a la tecnología derivada de las dos Guerras Mundiales, supimos que no faltaba demasiado para convertir ese sueño en realidad. En 1955, los científicos de la Unión Soviética que trabajaban en el desarrollo de lo que finalmente se convertiría en 1957 en el primer satélite artificial de nuestro planeta, el Sputnik 1, creían que en unos 20 años podrían caminar sobre la Luna. Y plasmaron sus ideas en una serie de diapositivas.
Al observarlas hoy, algunas de estas imágenes dibujadas (faltaban décadas para que se desarrollara "PowerPoint") en 1955 pueden parecernos hasta ingenuas. Los textos que las acompañan en algunos momentos se convierten lisa y llanamente en un folleto publicitario. Pero la mayor parte de las ideas que expresan son completamente realistas, y se ajustan estrictamente a los conocimientos disponibles en la época.
En pocos segundos, la nave de desplaza a unos 2.160 km/h. |
Eso les permitiría ahorrar combustible y reducir la complejidad del cohete. Tal como puede leerse, el 25 de noviembre de 1975, a las 10 de la mañana en punto, los cosmonautas partirían rumbo a la Luna, buscando convertirse en los primeros humanos en alcanzarla. Luego de encender los motores durante 25 segundos, la nave se desplaza a unos 600 metros por segundo (unos 2.160 kilómetros por hora). Siete minutos más tarde, los motores se apagan y el Luna 1 vuela por el espacio.
Dos horas más tarde puede verse como los distendidos cosmonautas disfrutan de su viaje. Llevan recorridos 39 mil kilómetros, y pueden ver la Tierra como jamás nadie la vio. El Luna 1 es amplio, y sus ocupantes poseen receptores de radio y televisión.
El médico revisa periódicamente la salud de los cosmonautas. |
Poco después, los astronautas rusos desembarcan sobre la Luna. En las diapositivas correspondientes puede leerse que sus pisadas perdurarán durante siglos, impresas sobre el fino polvo que cubre la Luna. En 1969, sería el comandante del Apolo 11, Neil Armstrong, quien estamparía la primer huella humana en ese sitio.
Los cosmonautas recorrerían la Luna, utilizando unos trajes espaciales que -según puede adivinarse en los dibujos- serían flexibles y livianos. La baja gravedad de nuestro satélite les permitiría utilizar garrochas para sortear las pequeñas fallas existentes en el terreno. A lo largo de toda la serie de diapositivas se mezclan elementos realistas con otros que -vistos 55 años más tarde- parecen un tanto infantiles.
Los astronautas rusos desembarcan sobre la Luna. |
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