La señal Wow!

La señal más famosa en la historia de SETI se detectó la noche del 15 de agosto de 1977 en el Observatorio Big Ear de la Universidad Estatal de Ohio. ¿Ha sucedido algo desde entonces?

La señal Wow!
Como cada noche, mientras Big Ear buscaba en los cielos una señal alienígena, sus observaciones se grababan en una hoja de papel.

Una larga lista de letras y números era imprimida continuamente, una larga cadena para cada uno de los 50 canales barridos por el telescopio.

Una serie de caracteres parecían registrar una transmisión inusual en la frecuencia del canal 2: "6EQUJ5" se lee en la lista. Esto sobresaltó al voluntario de Big Ear, Jerry Ehman, profesor de la Universidad Franklin en Columbus, que estaba monitorizando las lecturas aquella noche.

Hizo un círculo sobre el código para poder encontrarlo más tarde y añadió un único comentario en los márgenes "Wow!" La señal entró en la historia de SETI como la "señal Wow!".

La serie "6EQUJ5" describía la fuerza de la señal recibida a lo largo de un tiempo corto. En el sistema usado en esa época en Big Ear, cada número del 1 al 9 representaba el nivel de la señal por encima del ruido de fondo.

Para extender la escala, el personal añadió letras, desde la A a la Z representando cada vez niveles de señal más elevados. 6EQUJ5 representaba una señal que crecía en fuerza hasta el nivel "U", y gradualmente se atenuaba.

En una notación más familiar, la señal se incrementó desde cero a un nivel de 30 "sigmas" por encima del ruido de fondo, y luego bajó de nuevo a cero, todo ello en un intervalo de 37 segundos.

Dos aspectos de la señal captaron inmediatamente la atención de Ehman y del director del proyecto John Kraus, que vio los resultados a la mañana siguiente.

Primero, los 37 segundos eran exactamente el tiempo que necesitaba el rayo de barrido de Big Ear para estudiar un punto dado en el cielo.

Debido a esto, cualquier señal procedente del espacio seguría con precisión el patrón de señal de "Wow!", incrementándose y decreciendo a lo largo de 37 segundos. Esto prácticamente descarta la posibilidad de que la señal fuese el resultado de una interferencia de radio terrestre.

Segundo, la señal no era continua, sino intermitente. Kraus y Ehman lo sabían debido a que Big Ear tenía dos rayos distintos que barrían el mismo área del cielo sucesivamente con varios minutos de separación. Pero la señal sólo apareció en uno de los rayos y no en el otro, indicando que había sido "apagada" entre los dos barridos. Una señal enfocada, potente e intermitente procedente del espacio exterior: ¿podría ser que Big Ear hubiese detectado una señal alienígena?

Durante el mes siguiente al descubrimiento, los operarios de Big Ear tratando repetidamente de reposicionar la señal, pero no fue posible. En 1987 y de nuevo en 1989 Robert Gray lideró búsquedas de la señal Wow! usando el radiotelescopio de 26 metros del conjunto META patrocinado por la Sociedad Planetaria en el Observatorio de Oak Ridge en Massachusetts, pero no encontró nada.

Gray también intentó conseguir los servicios de todo el Conjunto Muy Grande (Very Large Array, VLA) en Nuevo México, compuesto por 27 radio antenas de 25 metros. Esto, de acuerdo con Gray, fue un inicio: "Contrariamente a la creencia popular desde la película Contact (Contacto)", enfatiza, "el prestigioso telescopio de 80 millones de dólares apenas ha escuchado emisiones procedentes de las estrellas".

Durante dos sesiones de observación en 1995 y 1996, Gray y su colega, Kevin B. Marvel, usaron su tiempo de telescopio para investigar varios escenarios.

Una posibilidad era que la señal Wow! representara de hecho una débil pero continua transmisión que momentáneamente ganó fuerza debido a un destello interestelar.

La alta sensibilidad del VLA garantizaba que tal fuente sería fácilmente detectada por el estudio de Gray. Pero a pesar de identificar varias fuentes de radio cientos de veces más débiles que la señal Wow! en la vecindad, no se encontró nada que se pareciera a una transmisión continua.

Otro escenario suponía que la señal Wow! era una breve pero potente señal diseñada para atraer la atención hacia una continua más débil. Tal estrategia sería más eficiente energéticamente que enviar una potente baliza continua.

Pero, de nuevo, el VLA no detectó ninguna señal ni siquiera 1.000 veces más débil que la señal Wow!.

Finalmente está la posibilidad de que la señal siga ahí, pero sólo emita de forma intermitente. Debido a su limitado tiempo de telescopio, Gray y Marvel sólo pudieron dedicar menos de una hora a una posición dada. Podría ser que la señal esté activa a otras horas, cuando nadie está escuchando.

El problema es inabordable desde ninguna posición del hemosferio norte, dado que la señal Wow! se localiza por debajo del horizonte norte durante la mayor parte del día.

Para tener en cuenta tal posibilidad, en 1998 Gray unió fuerzas con Simon Ellingsen de la Universidad de Tasmania en Australia, quien hizo seis observaciones, rastreando el área durante 14 horas. Pero a pesar de la rigurosa búsqueda, la señal Wow! sigue tan enigmática como siempre.

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