Ilustración del estallido del tanque de oxígeno. |
El problema que hizo emitir esta frase, fue que había estallado un tanque de oxígeno y se había desprendido un segundo tanque de la nave.
El Apollo 13 había partido del Centro Espacial Kennedy en Cabo Cañaveral (Florida) el 11 de abril de 1970 con el objetivo de repetir la hazaña del Apolo 11, que llegó a la Luna el 21 de julio de 1969.
Pero el desastre lo impidió y el Apolo 13 se convirtió en "el fracaso más exitoso" de la historia espacial, inmortalizado años más tarde en un libro que Lowell escribió al respecto y que Ron Howard se encargó de llevar al cine.
Tras el desastre de los tanques, los tres astronautas, James Lowell, Fred Haise y John Swigert, tuvieron que abandonar el módulo de mando Odyssey y trasladarse al Aquarius, concebido inicialmente para depositarlos en la Luna.
A esas alturas, las vicisitudes del Apollo 13 capturaron la atención de todo el mundo.
Cuando les llegó la orden de intentar el retorno a la Tierra, los astronautas tenían más problemas de los que podían solucionar: No tenían ni energía ni oxígeno, ni cómo establecer un plan de retorno.
Finalmente, con la ayuda de los ingenieros de la NASA, la aventura del Apollo 13 terminó el 17 de abril de 1970 cuando el módulo, con la ayuda de un paracaídas, descendió sobre el Pacífico sur.
Así fue como este fracaso se convirtió en el más exitoso de la historia de la NASA, al evitar que se transformara en tragedia y traer de regreso con vida a los tres astronautas del Apollo 13. Fue, sin duda, una historia de éxito y superación propia de la época esplendor que vivía la NASA.
El único acto que tuvo vinculación con la debacle fue una reunión sostenida esta semana en el Planetario Adler de Chicago por tripulantes e ingenieros que participaron en aquella misión.
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