Sin duda que la ciudad de Vicuña se está consolidando como la verdadera capital del turismo astronómico de Chile por poseer uno de los cielos más claros del planeta. Una prueba más de ello es que desde el viernes 25 de diciembre comenzó a operar un nuevo observatorio astronómico para turistas en pleno centro de Vicuña, rompiendo con dos importantes mitos, como el alejamiento de los centros urbanos para evitar la contaminación lumínica y la necesidad de contar con una infraestructura ad hoc a la astronomía científica con cúpula, planetario y más.
Karlheinz Krob, ciudadano alemán radicado en nuestra región hace tres años, quiso romper con estos mitos y decidió convertir una antigua casona estilo neo-colonial en un observatorio astronómico turístico. Confiesa que para observar el Universo no es necesario tener un recinto que se parezca a los grandes observatorios científicos porque en el Valle de Elqui sólo se necesita un buen telescopio para hacerlo. Tampoco piensa que es necesario ubicarse en un lugar apartado del radio urbano para huir de la contaminación lumínica porque afirma que en el Valle de Elqui el cielo es tan claro y nítido que los objetos se pueden ver hasta en el centro de Vicuña, y que la contaminación lumínica es muy baja en el centro de Vicuña por lo que no es impedimento para observar el Universo en forma óptima. "Debido a la posición de la casa y a su altura, ésta protege a los telescopios de la luz lunar ya que sus paredes actúan como escudo", subraya el entusiasta empresario.
El "Observatorio Mamana", que significa vírgen, viene no a competir sino a reforzar la gran demanda que ya tienen los otros dos observatorios turísticos de la comuna: "Cerro Mamalluca" y del "Pangue". Se ubica en calle Chacabuco N° 240 y en sus primeros días fue visitado por varios turistas nacionales y extranjeros. La inversión es alta, partiendo por la casona que costó casi cien millones de pesos y que además su dueño espera convertirla en hostal en los próximos meses. Los seis telescopios tuvieron un valor aproximado de 20 millones de pesos; un precio relativamente bajo porque Karlheinz es importador y vendedor de telescopios de seis empresas extranjeras que los fabrican, establecidas en Alemania, Norteamérica, Rusia, Inglaterra y Japón.
A través de los seis modernos instrumentos, fabricados con la última tecnología sobre astronomía, permiten observar claramente los mismos objetos estelares que se observan desde los demás observatorios turísticos, sin opacidad que podría originar la casi nula contaminación lumínica del centro urbano.
Dado que la atención es personalizada (máximo de 14 personas por telescopio) eso garantiza que en el Observatorio Mamana se puede observar un mínimo de 10 objetos estelares a diferencia del Observatorio Mamalluca, por ejemplo, en que los turistas pueden observar sólo 4 o 5 objetos dada la gran cantidad de personas por tour. Además los guías atienden en los idiomas inglés, alemán y español.
Informaciones:
http://www.observatorios.cl/
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