El fin de una etapa para Spirit

Los ingenieros a cargo de Spirit anunciaron que sus esfuerzos para liberarlo de la trampa de arena en el que se encuentra no rindieron los frutos esperados. Pero este no es su fin, pues el rover seguirá funcionando como una estación científica fija sobre la superficie del planeta.


Después de seis largos años de éxitos y descubrimientos explorando la superficie de Marte, y casi diez meses de intentos frustrados por liberar sus ruedas de la arena que las aprisionan, la NASA ha decidido que el rover Spirit deje de ser un robot móvil y que a partir de ahora se convierta, si sobrevive al duro invierno marciano, en una estación científica fija sobre la superficie del Planeta Rojo.

La tarea principal del veterano Spirit para las próximas semanas es sencilla: prepararse lo mejor posible para intentar sobrevivir a la enorme crudeza del invierno que viene. Si lo consigue, cuando llegue la primavera podrá seguir realizando importantes tareas científicas, eso sí, sin moverse ya del sitio en el que se encuentra inmovilizado. En esa nueva situación el ingenio de la NASA podría llegar a resistir muchos meses, incluso años.

"Spirit no está muerto, sólo ha entrado en otra fase de su larga vida", ha declarado Doug McCuistion, director del Programa de Exploración de Marte de la NASA. "El año pasado dijimos al mundo que los intentos para liberar a nuestro querido robot podrían no tener éxito. Y parece que la actual posición de Spirit en Marte será su lugar definitivo de descanso".

Hace ya diez meses, mientras el rover era conducido hacia el sur, junto al borde oeste de una meseta llamada Home Plate, sus ruedas rompieron una delgada costra rocosa superficial y quedaron atrapadas por la suave y fina arena que había debajo. Desde ese mismo instante, el equipo de técnicos del rover empezó a trazar planes para liberar al vehículo robótico utilizando la fuerza de cinco de sus seis ruedas. La sexta había dejado de funcionar ya en 2006, reduciendo la capacidad de movimiento del rover.

Se realizaron todo tipo de cálculos y pruebas físicas sobre un 'gemelo' del Spirit, usado por los investigadores para reproducir las condiciones del original en un cajón de arena del Jet Propulsion Laboratory (JPL), en California. Pero nada de eso sirvió para liberar al rover. Al contrario, el pasado mes de noviembre otra de sus ruedas dejó de funcionar, empeorando aún más la situación.

A pesar de todo, los últimos intentos por liberar a Spirit de su prisión de arena parecían esperanzadores. Pero la proximidad del invierno marciano (que comenzará en mayo y durante el que se alcanzarán temperaturas de hasta 50 grados bajo cero) ha aconsejado un drástico cambio de estrategia. En invierno, por ejemplo, la baja intensidad de los rayos solares dificultará la recarga de las baterías del rover, razón por la que los expertos han decidido dejar de gastarla intentando liberar al vehículo y reservarla para asuntos más importantes, como por ejemplo intentar que Spirit sobreviva hasta la primavera.

Para conseguirlo, los técnicos intentarán cambiar el actual ángulo de inclinación del Spirit, que actualmente mira hacia el sur. Dado que en invierno el Sol ilumina desde el norte, corregir ese ángulo para aprovechar algo más de energía solar puede suponer la diferencia entre la vida y la muerte. Si todo va bien, Spirit debería disponer así de la suficiente energía para contactar con la Tierra cada pocos días hasta que llegue el buen tiempo.

Si el robot sobrevive, en primavera seguirá con su trabajo como una estación científica estacionaria. "Existe una clase de investigaciones que sólo se pueden realizar con el vehículo parado y que hemos descartado hasta ahora durante estos años de conducción", afirma Steve Squyres, investigador principal de los vehículos Spirit y Opportunity. "La falta de movilidad no significa que la misión termine de forma abrupta. En vez de eso, nos permitirá ir pasando a un tipo de ciencia estacionaria".

A partir de ahora, si todo sale bien, Spirit empezará a estudiar, por ejemplo, qué significan unos ligeros temblores detectados en la rotación marciana y que parecen estar relacionados directamente con la composición del núcleo del planeta. Esa clase de observaciones requiere meses de mediciones continuas en puntos fijos, después de lo que se podrá determinar, entre otras cosas, si el núcleo de Marte es sólido o líquido.

Desde su inmovilidad, Spirit podrá también seguir analizando la composición del terreno que esté al alcance de su brazo robótico, además de estudiar el funcionamiento de los vientos en Marte, la forma en que barren el terreno y cómo influyen el la composición de la atmósfera.

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