Antiguos mayas fueron los primeros en observar tránsitos de Venus

De acuerdo con especialistas, hay indicios de que esa cultura registró los movimientos del planeta entre los años 1200 a 1350 antes de Cristo.


En el observatorio de Mayapán, cerca de Mérida, en Yucatán, existen indicios de que los antiguos mayas observaron y midieron varios tránsitos de Venus, fenómenos que describen el paso de ese planeta delante del Sol, visto desde la Tierra.

Las evidencias, discos solares pintados en frescos entre los años 1200 a 1350 antes de Cristo, muestran que los mayas antecedieron al que durante siglos se creyó el registro más antiguo de un tránsito de Venus, es decir, el realizado el 4 de diciembre de 1639 por el clérigo inglés Jeremiah Horrocks, cerca de la isla de Liverpool, en Gran Bretaña.

Así lo afirmó la maestra en Ciencias, Christine Allen Armiño, investigadora del Instituto de Astronomía (IA) de la UNAM, en la conferencia Tránsitos de Venus: de los mayas a la unidad astronómica, presentada en el Congreso "El legado astronómico de nuestros ancestros", realizado como parte de los festejos del Año Internacional de la Astronomía.

"El observatorio de Mayapán es una copia pequeña de Chichén Itzá, tiene más de cuatro mil estructuras a lo largo de cuatro kilómetros, y en la sala de frescos tiene un disco solar que dentro representa a un personaje reclinado. Los frescos datan de 1200 a 1350 antes de Cristo, y en ese intervalo ocurrieron cuatro tránsitos de Venus, además de dos eclipses solares que están representados por círculos asociados con el Sol", explicó la especialista.

El tránsito de Venus delante del Sol es un evento muy poco frecuente que se produce cuando el Sol, Venus y la Tierra están alineados, lo que sucede en junio y en diciembre.

Sólo se registran cuatro tránsitos en un periodo de 243 años, con intervalos muy variables que van de ocho como mínimo, hasta 121 años.

El tránsito de Venus más reciente fue el 8 de junio de 2004 y el próximo será el 6 de junio de 2012. Después de ese par, habrá que esperar más de un siglo para que se repita el fenómeno, pues el siguiente será en el año 2117.

Cuando Venus pasa entre la Tierra y el Sol, desde este planeta se ve como un punto negro que se mueve teniendo al Sol como fondo.

Durante el proceso se puede apreciar un disco circular muy negro, Venus, cuyo diámetro aparente puede variar dependiendo de la distancia a la Tierra.

Dicho disco emplea varias horas para atravesar, muy lentamente, una trayectoria sobre la brillante superficie solar.

Hasta hace poco se creía que los seres humanos del pasado sólo habían podido ver cinco tránsitos de Venus: 1639, 1761, 1769, 1874 y 1882.

"Pero los registros mayas han sido una sorpresa para la comunidad astronómica internacional", comentó Allen, quien preside la Comisión 26 (estrellas dobles y múltiples) de la Unión Astronómica Internacional (UIA por sus siglas en inglés).

Actualmente, la maestra Allen; el doctor en astronomía Jesús Galindo, del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM; y otros investigadores trabajan en la arqueoastronomía de Mayapán para ahondar en las mediciones mayas de los tránsitos de Venus.

En el pasado se desconocía qué tan lejos estaba la Tierra del Sol y tampoco se sabía el tamaño del Sistema Solar.

Los tránsitos de Venus ayudaron a despejar estas dudas, pues cuando estos fenómenos sucedieron, los astrónomos hicieron mediciones para determinar la distancia de la Tierra al Sol. Gracias a ellas hoy se sabe que el Sol está aproximadamente a 150 millones de kilómetros de la Tierra.

Johannes Kepler, el matemático y astrónomo alemán que revolucionó esa ciencia en el siglo XVI, fue el primero en calcular las distintas posiciones de Venus a lo largo del tiempo y predijo que cada 130 años tendrían lugar tránsitos de Venus, los dos primeros en 1631 y 1761.

Más tarde, el clérigo Horrocks, que estudió astronomía y matemáticas en Cambridge, recalculó la trayectoria de Venus y descubrió que habría un tránsito el 4 de diciembre de 1639.

"Una de las aplicaciones más importantes de la medición de los tránsitos de Venus es que ayudaron a determinar el valor de la Unidad Astronómica, así como los métodos modernos para su medición, que actualmente son muy precisos", dijo Allen.

Una Unidad Astronómica (UA) es la distancia media entre el Sol y la Tierra. Se trata de la unidad de medida más utilizada por la astronomía actual.

En 1716, el astrónomo inglés Edmund Halley envió a la Royal Society un método para medir la distancia entre la Tierra y Venus, y a partir de ésta, la Unidad Astronómica, aprovechando el tránsito de Venus que se produciría en 1761.

El fenómeno fue observado simultáneamente desde unos 70 sitios del mundo y es considerada la primera gran empresa científica internacional.

"La utilidad de los tránsitos de Venus llegó a su fin en 1882 por la `gota negra`, una combinación de efectos instrumentales y astronómicos que ocasionan la aparición de un punto negro entre Venus y el Sol, un poco antes y un poco después del contacto visual entre ambos, lo que dificulta la aplicación del método de Halley", señaló Allen.

Precisó, no obstante, que la Unidad Astronómica es tan precisa que tiene un margen de error de 1.3 metros.

"Ahora falta profundizar estudios en el observatorio maya de Mazapán para profundizar en el simbolismo y la utilidad que el tránsito de Venus tuvo entre los mayas", concluyó.

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