El cuerpo celeste 596 Scheila. Crédito: Kevin Heider |
El descubrimiento del asteroide convertido en cometa fue algo fortuito. La noche del 11 de diciembre, el astrónomo Steve Larson, un científico en el Catalina Sky Survey, en Tucson, Arizona, se encontraba buscando asteroides potencialmente peligrosos cuando encontró un objeto con un núcleo brillante y una débil cola.
Cuatro imágenes tomadas en un lapso de 30 minutos revelaron que el objeto se mueve con respecto a las estrellas de fondo, dijeron los investigadores.
"Su brillo de una magnitud total de 13,4, alrededor de 900 veces más débil que la estrella más tenue que puedes ver en un cielo despejado y oscuro, me llevó a sospechar que se trataba de un cometa conocido, pero he comprobado la base de datos de cometas y no lo encontré", dijo Larson en un comunicado.
Investigaciones posteriores revelaron que el objeto era en realidad 596 Scheila, que los astrónomos descubrieron por primera vez en 1906. Scheila se mueve a través del espacio junto a miles de objetos similares en el cinturón principal de asteroides, pero orbita ligeramente fuera del plano de la eclíptica en el que la mayoría de los planetas y asteroides viajan, dijeron los investigadores.
Los estudios previos del color de 596 Scheila han sugerido que se compone de materiales carbonosos primitivos sobrantes de la formación del Sistema Solar y que podría ser un cometa extinto o inactivo. Estos cuerpos ya han expulsado la mayor parte de sus hielos volátiles y por lo tanto han perdido su cola cometaria. Los cometas inactivos conservan hielo volátil en el subsuelo y pueden empezar a emitir gases una vez más a medida que se acercan al Sol.
"Scheila, junto con varios otros cuerpos en los últimos años, han creado una nueva clase de objetos del Sistema Solar: el cinturón principal de cometas", escribió Bill Cooke en un blog después del hallazgo de Larson. "Estos cuerpos son una anomalía y un misterio debido a que un objeto tan cerca del Sol debería tener sus hielos vaporizados".
Después que Larson informó de su descubrimiento, muchos otros astrónomos apuntaron sus telescopios a 596 Scheila para determinar si la cola está formada por hielo y gases -como sería de esperar en un cometa- o si es simplemente el polvo dejado atrás a partir de una colisión con otro asteroide.
Los resultados preliminares del estallido muestran que la cola de 596 Scheila se compone de polvo, pero serán necesarias más observaciones para entender lo que está sucediendo con el objeto, dijeron los investigadores.
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