Lynds 1641, una nube molecular al sur de la Nebulosa de Orión. |
Estos fenómenos de flujo, por lo general, ocurren durante las primeras etapas de formación estelar, cuando las estrellas recién nacidas todavía están profundamente arraigadas en sus materiales de la placenta de gas y polvo.
El descubrimiento de 11 nuevos chorros de gas, más débiles que la mayoría de las conocidas en la región, requirió combinar el gran campo de visión de la Suprime-Cam (la cámara de foco primario del telescopio Subaru) con la potente capacidad de recolección de luz del espejo de 8 m del telescopio Subaru.
Es sorprendente que todos los chorros recientemente observados emanan de estrellas visibles, que ya han conseguido salir del capullo del que nacieron. Los investigadores especulan que los chorros recién descubiertos pueden derivar de una de dos fuentes. Pueden representar los vestigios finales de los fenómenos de flujo. O bien, los chorros pueden ser desencadenados por alteraciones en los discos circundantes remanentes, que pueden ser perturbados por el paso cercano de una estrella compañera en un sistema binario.
Los resultados de esta investigación se publican en la revista Astrophysical Journal. Se han planeado estudios detallados de los chorros y sus fuentes de conducción para comprender la naturaleza de estos flujos inesperados.
Fuente
0 comentarios:
Publicar un comentario