El impacto en Júpiter aumenta el riesgo de futuros impactos de asteroides

El impacto del año pasado el Júpiter aumenta la probabilidad de impactos futuros en un orden de magnitud, según dice un nuevo estudio. Pero, ¿qué significa esto para la Tierra?

Diferentes vistas del impacto sobre Júpiter.
El pasado julio, un astrónomo amateur notó una misteriosa mancha negra de aproximadamente el tamaño de la Tierra que aparecía súbitamente en la superficie de Júpiter. En apenas horas, astrónomos aficionados y profesionales estaban enfocando sus instrumentos hacia el gran planeta para descubrir qué estaba pasando.

El consenso fue que Júpiter había sufrido el impacto de un cometa o asteroide. Pero la sorpresa fue que sucedió poco después del impacto observado en 1994 del cometa Shoemaker-Levy. La preocupación era que este impacto debía tener importantes implicaciones sobre la probabilidad de futuros impactos.

Ahora, Agustín Sánchez-Lavega de la Universidad del País Vasco en Bilbao y sus colegas, publicaron su análisis del impacto y cómo cambia las probabilidades de futuros impactos. Dicen que el impactador era probablemente un objeto helado de aproximadamente 1 kilómetro de diámetro que llegó desde un grupo del cinturón principal de asteroides conocido como asteroides Hilda o de un grupo de cometas conocido como la Familia de Júpiter.

Estimar la probabilidad de tales impactos es difícil para un gigante gaseoso como Júpiter debido a que los eventos no dejan cicatrices de larga duración en la superficie. La de Júpiter ya se ha marchado.

Por lo que los astrónomos han dependido de los registros históricos. Antes del impacto del año pasado, los astrónomos sólo tenían conocimiento del impacto del Shoemaker-Levy y un posible impacto observado por el astrónomo italiano Giovanni Cassini en 1640. Junto con otras evidencias tales como el recuento de cráteres en las grandes lunas de Júpiter y algunos cálculos teóricos, los astrónomos estimaban que Júpiter era probable que recibiera un impacto cada 350 años.

Sánchez-Lavega y compañía dicen que el impacto del año pasado cambia significativamente estos números. Ver dos impactos en 15 años indica que Júpiter puede ser susceptible de recibir un impacto cada década. La razón de que no hayamos visto antes los impactos es simple: las cámaras digitales y las técnicas de procesamiento de imágenes sólo han estado disponibles a los amateurs en los últimos 10 años. (Antes de eso, incluso los profesionales a menudo tenían que depender de imágenes dibujadas a mano de los planetas).

Lo que Sánchez-Lavega y sus colegas no abordan son las implicaciones para la probabilidad de impactos en la Tierra, lo cual es extraño dada la enorme importancia e interés público en tal evento. El impacto del Shoemaker-Levy sobre Júpiter cambió la forma en que los astrónomos piensan sobre posibles impactos y generó un tremendo interés.

Claramente Júpiter es una mayor amenaza para futuros impactos de lo que es la Tierra: es más masivo y grande por lo que atrae más impactos. Pero también puede lanzar cuerpos en nuestro camino.

La idea actual es que un objeto de 1 kilómetro debería golpear a la Tierra cada 500.000 años más o menos. Huelga decir que tal evento cambiaría nuestra civilización hasta hacerla irreconocible.

Si el impacto del año pasado en Júpiter incrementó la probabilida de otro evento en un orden de magnitud, ¿cuánto ha aumentado la probabilidad de un impacto con la Tierra? El público merece una respuesta a esta cuestión y el hecho es que el equipo mantiene silencio sobre el tema que preocupa.

Esperemos que Sánchez-Lavega y sus colegas estén trabajando en una respuesta como materia de urgencia.

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