La extraña y súbita aceleración de los púlsares

A pesar de un nuevo y gran estudio, los "fallos" en los púlsares siguen siendo tan misteriosos como siempre.


Si se observa fijamente unos cuantos púlsares durante el tiempo suficiente, uno de ellos se moverá. Lo que se verá será un súbito salto en la frecuencia de los pulsos de radio que producen. Esto significa que, por alguna razón, el púlsar se ha acelerado.

Los astrónomos llaman "fallos" a estos eventos y son extremadamente raros. En los 40 años transcurridos desde que se descubrieron los púlsares, los astrónomos han encontrado unos 1.800 púlsares pero han registrado apenas 170 fallos en 51 de ellos.

Hoy, estas cifras cambian significativamente con el anuncio de Jian-Ping Yuan y sus colegas de que en los últimos 10 años aproximadamente, el radiotelescopio Nanshan en el Observatorio Urumqi en China ha visto otros 29 fallos en 19 púlsares jóvenes.

Este es un cuerpo de datos significativo. Para los astofísicos, los fallos son importantes debido a que ofrecen una visión única de la dinámica interna de los púlsares, estrellas de neutrones giratorias con un campo magnético tan potente que emiten un rayo de ondas de radio a lo largo del eje del campo magnético.

Debido a una discrepancia entre el eje de rotación de la estrella y el eje del campo magnético, el rayo barre el cielo como un faro. Los astrónomos ven sólo aquellos que apuntan hacia nuestro camino.

Con el tiempo, los púlsares van frenando conforme se disipa su energía por lo que un súbito incremento de la velocidad de rotación es un evento muy extraño. Hay dos teorías para explicar por qué sucede esto:
  • Una es que el cambio en la rotación está causado por un terremoto en la corteza de la estrella, una redistribución de la tensión en la capa exterior de la estrella que se había acumulado cuando el periodo de rotación estelar disminuía.
  • La segunda es que estas tensiones pueden crear vórtices en el interior superfluido de la estrella. El súbito desligue de estos vórtices provoca un incremento en el ritmo de rotación.

Sea cual sea el caso, los fallos nos proporcionan cierta visión de cómo sucede.

Pero aún no. Una característica de estos fallos confirmada en los datos chinos es que son mucho más complejos de lo esperado. Su tamaño, el intervalo entre ellos y el ritmo al cual frenan las estrellas muestran complejos patrones de comportamiento que hasta el momento no pueden explicarse.

Esto significa que el funcionamiento interno de los púlsares sigue siendo un misterio hasta que algún emprendedor astrofísico aparezca con una teoría que explique el complejo comportamiento de los fallos.

Imagen: vista esquemática de un púlsar. La esfera en el centro representa la estrella de neutrones, las curvas indican las líneas de campo magnético y los conos que sobresalen representan las zonas de emisión.

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